Franklin Urrutia-Cordon, de 32 años, acudió al tribunal del condado de Northampton para una audiencia en relación con un caso de conducción en estado de ebriedad en su contra y fue puesto bajo custodia federal por una presunta infracción de inmigración. Su abogado protestó por la detención sin orden judicial.
Una orden ejecutiva emitida el martes por el máximo funcionario electo del condado de Northampton, Lamont McClure, prohíbe que los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) arresten a las personas que acudan al tribunal del condado o a la prisión a menos que hayan proporcionado a las autoridades de la entidad una solicitud de detención y luego se presenten con una orden de arresto firmada por un juez federal.
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McClure dijo que la política había estado en desarrollo durante algún tiempo, pero que la detención de Urrutia-Cordon ocurrida el lunes “fue la gota que derramó el vaso”.
El ICE señaló el martes que no requiere una orden judicial penal para detener a un inmigrante por infracciones migratorias civiles.
“Esta idea es sencillamente una invención creada por aquellos que desean socavar la aplicación de leyes de migración y justificar sus políticas de santuario mal concebidas que colocan la política sobre la seguridad pública al proteger a criminales violentos de la aplicación de la ley”, dijo el ICE.
La agencia añadió que es mucho más seguro detener a alguien en una prisión o tribunal, donde la gente es revisada para detectar armas.
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La presencia del ICE en los tribunales ha sido un tema polémico a nivel nacional durante el gobierno del presidente Donald Trump, y las cortes desde California hasta Nueva Jersey han limitado o impedido que la agencia lleve a cabo arrestos en los tribunales. Los defensores de inmigrantes señalaron que detener a la gente que se presenta para un proceso judicial tiene un efecto escalofriante en las víctimas y testigos.