La Habana, Cuba
El hombre considerado ampliamente como el próximo presidente de Cuba rechazó el domingo en tono desafiante las exigencias de un cambio en el sistema unipartidista de la isla, al participar en la primera de varias elecciones que se prevé lo llevarán a reemplazar a Raúl Castro en el poder el año entrante.
El Primer Vicepresidente Miguel Díaz Canel dijo que el resultado de la votación enviará un mensaje al mundo.
“¿Un mensaje de qué? De unidad. Un mensaje de convicción. Una expresión de que este pueblo no se doblega, ni por huracán y mucho menos por presiones externas ni por los anhelos que puedan tener otros de que cambie nuestro sistema”, manifestó Díaz Canel ante la prensa estatal y extranjera, en declaraciones inusualmente largas que contrastan con su habitual carácter lacónico.
Las palabras de Díaz Canel al parecer estuvieron dirigidas principalmente al gobierno de Donald Trump, que ha endurecido las restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba y suspendido la entrega de visas a cubanos en la embajada estadounidense en La Habana. Washington ha acompañado las medidas con declaraciones enérgicas sobre sus pretensiones de un cambio en Cuba, donde el gobierno presidido por el Partido Comunista tiene prácticamente un estricto control de cada aspecto de la vida política y económica en la isla.
El proceso electoral en Cuba comienza con las asambleas de barrio para elegir a los candidatos a delegados para las asambleas municipales. Grupos disidentes dijeron que un número histórico de sus simpatizantes intentaron postularse este año pero los agentes de Seguridad del Estado se los impidieron al no permitirles asistir a las asambleas de barrio entre otras tácticas. Las elecciones municipales fueron pospuestas más de un mes debido al huracán Irma que causó estragos en amplias zonas de la costa norte de Cuba.
En el país están prohibidas las campañas y las plataformas políticas. El domingo, millones de cubanos participaron en los comicios de circunscripción, en los que los electores eligen a uno de dos candidatos cuyas biografías esenciales son colocadas en las paredes de los centros de votación. La difusión de los resultados está prevista para el lunes.
Los ganadores del domingo integrarán un conjunto de miles de representantes de los que saldrán por decisión de las comisiones respectivas los candidatos a las asambleas provinciales y la Asamblea Nacional de Cuba. Después de las votaciones en esas instancias en los próximos meses, la nueva Asamblea Nacional escogerá al presidente y demás funcionarios principales.
Castro, de 86 años, ha dicho que dejará el poder en febrero y la mayoría de observadores cree que Díaz Canel, de 57 años, será elegido para reemplazarlo. Castro acudió el domingo a las urnas según imágenes pero no hizo declaraciones públicas. Díaz Canel declinó hacer comentarios sobre los pronósticos que lo ven como el próximo gobernante en febrero, pero dedicó varios minutos a hablar de la importancia histórica del líder revolucionario Fidel Castro, quien el sábado cumplió un año de fallecido, y la necesidad de que la juventud cubana apoye al sistema socialista del país.
Al no existir opciones de plataformas políticas distintas, las elecciones cubanas sirven en parte como barómetro del apoyo al gobierno, medido en el nivel de asistencia de los electores a las urnas. Muchos cubanos, los jóvenes en particular, han manifestado su desencanto con el lento ritmo de las reformas a un sistema que dificulta ganarse la vida en una economía regida por el estado y que restringe severamente las oportunidades de trabajo en el reducido sector privado.
Díaz Canel fue el funcionario de más alto rango que asistió a un concierto efectuado el sábado en la noche en las escalinatas de la Universidad de La Habana en homenaje a Fidel Castro, quien falleció a los 90 años el 25 de noviembre de 2016.
El primer vicepresidente manifestó a The Associated Press su optimismo frente a la actitud de los jóvenes cubanos hacia el sistema que Fidel Castro instauró en 1959 y que ha estado encabezado por algún miembro de la familia Castro durante casi seis décadas.
“Cuando uno ve esta manifestación de jóvenes solidarios en nombre del pueblo cubano sintiendo a Fidel, yo estoy convencido que mañana con ese mismo fervor, con ese mismo compromiso, con esas mismas convicciones en las urnas también los jóvenes y el pueblo cubano van a estar defendiendo la revolución”, afirmó Díaz Canel.
El hombre considerado ampliamente como el próximo presidente de Cuba rechazó el domingo en tono desafiante las exigencias de un cambio en el sistema unipartidista de la isla, al participar en la primera de varias elecciones que se prevé lo llevarán a reemplazar a Raúl Castro en el poder el año entrante.
El Primer Vicepresidente Miguel Díaz Canel dijo que el resultado de la votación enviará un mensaje al mundo.
“¿Un mensaje de qué? De unidad. Un mensaje de convicción. Una expresión de que este pueblo no se doblega, ni por huracán y mucho menos por presiones externas ni por los anhelos que puedan tener otros de que cambie nuestro sistema”, manifestó Díaz Canel ante la prensa estatal y extranjera, en declaraciones inusualmente largas que contrastan con su habitual carácter lacónico.
Las palabras de Díaz Canel al parecer estuvieron dirigidas principalmente al gobierno de Donald Trump, que ha endurecido las restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba y suspendido la entrega de visas a cubanos en la embajada estadounidense en La Habana. Washington ha acompañado las medidas con declaraciones enérgicas sobre sus pretensiones de un cambio en Cuba, donde el gobierno presidido por el Partido Comunista tiene prácticamente un estricto control de cada aspecto de la vida política y económica en la isla.
El proceso electoral en Cuba comienza con las asambleas de barrio para elegir a los candidatos a delegados para las asambleas municipales. Grupos disidentes dijeron que un número histórico de sus simpatizantes intentaron postularse este año pero los agentes de Seguridad del Estado se los impidieron al no permitirles asistir a las asambleas de barrio entre otras tácticas. Las elecciones municipales fueron pospuestas más de un mes debido al huracán Irma que causó estragos en amplias zonas de la costa norte de Cuba.
En el país están prohibidas las campañas y las plataformas políticas. El domingo, millones de cubanos participaron en los comicios de circunscripción, en los que los electores eligen a uno de dos candidatos cuyas biografías esenciales son colocadas en las paredes de los centros de votación. La difusión de los resultados está prevista para el lunes.
Los ganadores del domingo integrarán un conjunto de miles de representantes de los que saldrán por decisión de las comisiones respectivas los candidatos a las asambleas provinciales y la Asamblea Nacional de Cuba. Después de las votaciones en esas instancias en los próximos meses, la nueva Asamblea Nacional escogerá al presidente y demás funcionarios principales.
Castro, de 86 años, ha dicho que dejará el poder en febrero y la mayoría de observadores cree que Díaz Canel, de 57 años, será elegido para reemplazarlo. Castro acudió el domingo a las urnas según imágenes pero no hizo declaraciones públicas. Díaz Canel declinó hacer comentarios sobre los pronósticos que lo ven como el próximo gobernante en febrero, pero dedicó varios minutos a hablar de la importancia histórica del líder revolucionario Fidel Castro, quien el sábado cumplió un año de fallecido, y la necesidad de que la juventud cubana apoye al sistema socialista del país.
Al no existir opciones de plataformas políticas distintas, las elecciones cubanas sirven en parte como barómetro del apoyo al gobierno, medido en el nivel de asistencia de los electores a las urnas. Muchos cubanos, los jóvenes en particular, han manifestado su desencanto con el lento ritmo de las reformas a un sistema que dificulta ganarse la vida en una economía regida por el estado y que restringe severamente las oportunidades de trabajo en el reducido sector privado.
Díaz Canel fue el funcionario de más alto rango que asistió a un concierto efectuado el sábado en la noche en las escalinatas de la Universidad de La Habana en homenaje a Fidel Castro, quien falleció a los 90 años el 25 de noviembre de 2016.
El primer vicepresidente manifestó a The Associated Press su optimismo frente a la actitud de los jóvenes cubanos hacia el sistema que Fidel Castro instauró en 1959 y que ha estado encabezado por algún miembro de la familia Castro durante casi seis décadas.
“Cuando uno ve esta manifestación de jóvenes solidarios en nombre del pueblo cubano sintiendo a Fidel, yo estoy convencido que mañana con ese mismo fervor, con ese mismo compromiso, con esas mismas convicciones en las urnas también los jóvenes y el pueblo cubano van a estar defendiendo la revolución”, afirmó Díaz Canel.
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