El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, proclamó este miércoles avances en la lucha contra la inseguridad, con una reducción en la violencia criminal que agobia al país.
'Las medidas extraordinarias contra la inseguridad han contribuido a que en los últimos meses tengamos una reducción en los homicidios', aseguró el mandatario al rendir un informe ante el Congreso por su segundo año de gobierno.
Cifras de la policía indican que en enero se registraron 736 homicidios en El Salvador, 671 en febrero, 603 en marzo y 352 en abril.
De acuerdo a Sánchez Cerén, esa tendencia a la baja en los homicidios se debió a una mayor operatividad de la policía en el terreno que cuenta con el apoyo de unos 7.000 soldados.
A inicios de abril pasado, a pedido del gobierno, el Congreso aprobó un decreto temporal que permitió endurecer los controles de seguridad en siete cárceles del país que recluyen a pandilleros.
En esas prisiones fue cortada la señal de telefonía celular para evitar que los pandilleros encarcelados se comuniquen con compañeros en libertad.
En abril el gobierno también dispuso que un contingente de 1.000 efectivos de las fuerzas especiales de la policía y el ejercito se dediquen a la búsqueda de 100 cabecillas de pandillas para desarticular las estructuras de mando de esos grupos.
'Hemos dado un viraje en el combate contra los criminales, las medidas extraordinarias están provocando un gran impacto', sostuvo el mandatario salvadoreño.
Al destacar otros logros de su gobierno, Sánchez Cerén destacó que se ha invertido al menos 2,200 millones de dólares en programas de desarrollo social.
Tras su informe en el Congreso, el mandatario se trasladó a una calle en las cercanías del palacio legislativo en donde ofreció un discurso ante cientos de simpatizantes del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), rn el gobierno, que agitaban banderas rojas.
Sánchez Cerén, un excomandante guerrillero, asumió el poder en junio de 2014 en relevo de Mauricio Funes (2009-2014), cuya elección puso fin a 20 años de gobiernos de derecha en el país.