Decenas de simpatizantes del expresidente guatemalteco Alfonso Portillo, extraditado el viernes a Estados Unidos para enfrentar cargos por lavado de dinero, protestaron ayer en la capital y exigieron el retorno del exgobernante.
Los manifestantes, que marcharon bajo una fuerte lluvia portando fotografías del ex presidente y listones negros, recorrieron varias calles del centro de la capital y, al llegar a la sede del Congreso, fueron recibidos por diputados de la Comisión de Derechos Humanos que dan seguimiento al caso.
“Queremos que se señale la ilegalidad en la entrega del ciudadano Alfonso Portillo a Estados Unidos por el Estado de Guatemala por parte de estos traidores a la patria”, dijo a periodistas Hilda Pérez, partidaria del expresidente.
Portillo, de 61 años, fue extraditado sorpresivamente el viernes a Estados Unidos, por requerimiento de una corte de Nueva York que lo acusa de conspiración para lavar 70 millones de dólares en bancos norteamericanos durante su gestión (2000-2004).
Antes de ser extraditado, Portillo calificó el procedimiento como un “secuestro” y acusó al gobierno del presidente Otto Pérez de “violar la ley” pues, según dijo, aún tenía recursos pendientes en los juzgados guatemaltecos.
“Yo quiero que regresen a Guatemala a Alfonso Portillo, es injusto que se lo hayan llevado”, señaló un joven que participó en la protesta y prefirió no identificarse.
Expertos económicos
Un equipo de abogados expertos en delitos económicos, varios de ellos con experiencia como fiscales, defiende al expresidente Portillo en el juicio en Estados Unidos por lavado de dinero, cuyo inicio podría tener lugar recién a mediados de 2014.
En la primera comparecencia de Portillo el martes en los tribunales federales de Manhattan, estuvieron presentes los cinco abogados que llevarán el caso: cuatro letrados del estudio Herrick, Feinstein LLP con sede en Nueva York, y uno de Texas que ha trabajado con el exmandatario en los últimos tres años.
Durante esa audiencia, en la que Portillo se declaró “no culpable”, la voz cantante la llevó David Rosenfield, un especialista en delitos económicos de Herrick que tiene en sus dilatadas fojas haber sido fiscal en la división fraude de la fiscalía federal de Nueva Jersey (este de Estados Unidos).
Es un abogado de alto perfil y se lo puede ver a menudo en canales de televisión como CNBC y Bloomberg Television para referirse a casos como el de Bernard Madoff.
Sentado inmediatamente al lado de Rosenfield, estuvo Glenn MacTaggart, de la firma PHMY (Prichard Hawkins McFarland & Young) de Texas y con 33 años de experiencia, sobre todo en casos de estafas gubernamentales y programas médicos federales.
MacTaggart representa a Portillo desde hace tres años, cuando se dio a conocer el acta de inculpación en su contra por el delito de conspiración para lavar “decenas de millones de dólares” en bancos norteamericanos durante su gestión entre 2000 y 2004.