UVALDE, TEXAS.-Miah Cerrillo, de apenas 11 años, ya vivió en carne propia el horror de los tiroteos masivos en Estados Unidos. Afortunadamente, ella sobrevivió al ataque, pero las secuelas, recuerdos y el horror de la tragedia marcaron para siempre su vida.
La pequeña estudiante de la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, habló en exclusiva con CNN para contar cómo se consumó el plan macabro de Salvador Ramos, autor de la masacre.
Según contó al programa “New Day” de CNN, ella y sus compañeros de clase estaban viendo la película “Lilo y Stitch” con Eva Mireles e Irma García cuando los demás maestros se enteraron que había un atacante en el edificio.
Aunque una de las docentes corrió a cerrar la puerta con llave, el atacante ya estaba enfrente, por lo que disparó por la ventana de la puerta.
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La maestra corrió y el atacante la siguió y la miró a los ojos para decirle “buenas noches” y luego dispararle.
Después empezó a disparar contra los estudiantes de su clase y en ese instante ella solo escuchaba gritos y disparos.
Miah y uno de sus amigos lograron agarrar el teléfono de su maestra muerta para llamar al 911. “Por favor, envíe ayuda porque estamos en problemas”, contó la niña que le dijo al operador.
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Se untó sangre
Miah describió la escena como una de horror, pues el miedo la embargaba. Fue tanta su lucha por sobrevivir que sumergió sus manos en la sangre de un compañero de clase, que yacía sin vida a su lado, para untarla en su cuerpo y parecer muerta.
La niña describió esos minutos como tres horas de angustia.
Biden el domingo
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa Jill visitarán Uvalde el domingo para “compartir el luto” de los habitantes de esta pequeña localidad consternada por una de las peores masacres con arma de fuego de los últimos años en el país.
“No se puede hacer que los dramas sean ilegales, lo sé. Pero se puede hacer que Estados Unidos sea más seguro”, expresó Joe Biden en un discurso el sábado, lamentando que “tantas personas inocentes hayan muerto”.
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“No permitiremos que aquellos que están motivados por el odio nos separen o nos asusten”, dijo su vicepresidenta, Kamala Harris, quien a mediados de mayo estuvo en el funeral de una de las diez víctimas negras asesinadas en un tiroteo racista en Buffalo, Nueva York.
El tiroteo de Uvalde, descrito en la prensa estadounidense como el “nuevo Sandy Hook” en alusión a la espantosa masacre en una escuela primaria de Connecticut en 2012, volvió a despertar los traumas de Estados Unidos por incidentes similares con armas de fuego.
