El terremoto registrado el viernes por la tarde derribó edificios en Izmir, la tercera mayor ciudad de Turquía, y provocó un pequeño tsunami en el distrito de Seferihisar y en Samos. Cientos de réplicas sucedieron al movimiento telúrico.
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A primera hora del sábado, los espectadores aplaudieron cuando los rescatistas sacaron a la adolescente Inci Okan de entre los restos de un bloque de departamentos de ocho plantas que se vino abajo en el distrito de Bayrakli, en Izmir. Su perro, Fistik, fue rescatado también, reportó el diario Sozcu. Amigos y familiares esperaban en el exterior del edificio a tener noticias de sus seres queridos atrapados, incluyendo los empleados de una clínica dentista que ocupaba la planta baja.
En otro inmueble derrumbado, los rescatistas contactaron con una mujer de 38 años y sus cuatro hijos — uno de 3 años, otro de 7 y dos mellizos de 10 — y estaban trabajando para abrir un corredor por el que sacarlos, según informó la agencia noticiosa estatal Anadolu.
Otras dos mujeres, de 53 y 35 años, fueron rescatadas antes en el día de otro edificio de dos plantas caído.
En total, el número de rescatados desde el sismo ronda las 100 personas, dijo Murat Kurum, ministro de Medio Ambiente y Planificación Urbana, a reporteros. En la zona más castigada trabajan alrededor de 5.000 rescatistas, agregó Kurum.
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Al menos 26 personas perdieron la vida en Izmir, dijo Fahrettin Koca, ministro de Salud turco, en Twitter. Entre los muertos había una mujer mayor que se ahogó.
Según la agencia turca de gestión de desastres , AFAD, 831 personas sufrieron lesiones en Izmir y en otras provincias. De ellas, 25 estaban en cuidados intensivos, explicó el Ministerio de Salud.
En Samos, dos adolescentes fallecieron tras el derrumbe de una pared y al menos 19 personas más sufrieron heridas. Dos de éstas, incluyendo un joven de 14 años, fueron trasladadas por aire a Atenas y otras siete están hospitalizadas en la isla, dijeron autoridades sanitarias.
El pequeño tsunami que alcanzó la costa turca también afectó a Samos, donde varias calles de la ciudad portuaria de Vathi quedaron inundadas. Las autoridades advirtieron a la población que se aleje de la costa y de edificios que puedan estar dañados.
El terremoto, que según el Instituto Kandilli de Estambul alcanzó una magnitud de 6,9, tuvo su epicentro en el Egeo, al noreste de Samos. De acuerdo con la AFAD, alcanzó una magnitud de 6,6 y registró a una profundidad de 16 kilómetros (10 millas).
El temblor se sintió en las islas del este de Grecia, en su capital, Atenas, y hasta en Bulgaria. En Turquía remeció las regiones Egea y de Mármara, donde está Estambul. El gobernador de la mayor ciudad del país dijo que no se habían registrado daños.
Turquía está atravesada por fallas y es propensa a sufrir terremotos. En 1999, dos potentes sismos mataron a unas 18.000 personas en el noroeste del país. Este tipo de fenómenos también son habituales en Grecia.
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Las autoridades advirtieron a los residentes en Izmir que no regresen a los edificios dañados, alegando que podrían venirse abajo con las potentes réplicas. Muchos pasaron la noche en la calle por miedo a volver a sus casas, incluso a las que no sufrieron daños, reportó la agencia noticiosa DHA.
En una muestra de solidaridad poco habitual en unos últimos meses marcados por sus tensas relaciones bilaterales, funcionarios de los gobiernos turco y griego cruzaron mensajes de solidaridad y los presidentes mantuvieron una conversación telefónica.
“Doy las gracias al presidente Erdogan por su positiva respuesta a mi llamada', dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, el sábado antes de viajar a Samos.
La relación entre Turquía y Grecia ha sido especialmente tensa en los últimos tiempos, con enfrentamientos entre buques de guerra en el Mediterráneo oriental como parte de su disputa por las fronteras marítimas y los derechos de explotación energética. La tensión causó temor a un posible conflicto abierto entre las dos naciones vecinas y aliadas de la OTAN.