Convencidos de que celebrarían el triunfo de Henrique Capriles Radonski, miles de venezolanos llegaron el lunes abatidos a Miami tras recorrer 32 horas de ruta luego de votar en Nueva Orleans, en una elección que consideran 'fraude' mientras vaticinan un éxodo masivo desde Venezuela.
'Esto es muy triste, estábamos convencidos de que Capriles ganaba. Esto fue un fraude electoral, es obvio que nos robaron esta elección', dijo a la AFP Katiuska Mesa, una venezolana que llegó al parque J.C. Bermudez de Doral -situada al lado de la ciudad en la que reside desde hace 11 años, Miami-, con otros compatriotas que lloraban tan solo mencionar el resultado electoral.
Hugo Chávez ganó el domingo sus cuartas elecciones
al imponerse con 55% de los votos al opositor Capriles, que logró el 44.3% del apoyo de los electores.
Según Mesa, proveniente del mismo estado que el presidente Chávez, Barinas, 'ahora se viene una salida masiva de los venezolanos del país, si éramos muchos afuera, pues ahora seremos más los condenados a ser expatriados'.
'Esto es comunismo puro y duro, lo que nos espera ahora son llegadas de venezolanos como las del Mariel, ya van a ver, no solo aquí, sino a cualquier país que nos abra las puertas que nos está cerrando Chávez', dijo Marlene Rendón, otra electora que bajaba con sus almohadas del autobús, que abordó feliz el sábado porque se proponía 'celebrar el triunfo de Capriles'.
Muchos de los electores que llegaban a Miami, trasnochados, despechados y apurados para ir a trabajar, mencionaron la posibilidad de que sus familiares y amigos dejen el país como sucedió con el éxodo del Mariel, el movimiento de cubanos que llegó masivamente a Estados Unidos ocurrido en 1980.
Mesa contó que llegó la madrugada del domingo a Nueva Orleans (Luisiana, sur) tras recorrer más de 1,350 km desde Miami en su bus con otras 155 personas: 'Votamos y nos venimos después del mediodía'.
'Veníamos viajando, siguiendo las noticias con nuestras computadoras o celulares cuando nos enteramos del resultado, eso fue horrible, todos, hombres y mujeres nos pusimos a llorar', indicó Mesa.
Tan solo mencionar la sorpresa que causó el holgado triunfo electoral que mantendrá a Chávez en el poder hasta 2019, muchos estallaban en llantos repitiendo, sin atisbos de duda, que los comicios fueron un fraude.
'Quizás si volvemos a contar los votos se confirma el resultado que nos dio el Consejo Nacional Electoral
(CNE) anoche, pero sabemos que se trata de un fraude muy fino, de un presidente que manipuló a su electorado con los recursos del estado, que amedrenta a los empleados públicos, que regala a dedo para ganar votos', indicó Jonathan Jaramillo, un hombre de Maracay (norte de Venezuela) que se dijo 'muy decepcionado' por esta victoria chavista.
Jaramillo cree que este triunfo también se debe 'a las personas que no fueron a votar y no saben el precio de las consecuencias de lo que viene ahora'.
En Nueva Orleans, donde tuvieron que sufragar los venezolanos de Florida por la decisión de Caracas de cerrar su consulado
en enero pasado, se registraron 8,351 votos -de los 19,542 inscritos-, de los cuales 8,349 fueron para Capriles, dos votos nulos y ninguno a favor de Chávez, según la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en Miami,
En el corazón del exilio venezolano en Estados Unidos, en Doral, situada en Florida y conocida popularmente como 'Doralzuela', la fiesta en los restaurantes el Arepazo Original y el Arepazo 2 se transformó el domingo en desconcierto a medida que se leían tuits de comentaristas opositores en Caracas, en los que asumían entre líneas la derrota de Capriles Radonski.
'Si Capriles pierde es por trampa, porque, si es por la votación, su victoria es segura', dijo Jannette Cabrera, que esperaba el arribo de su esposo desde Nueva Orleans, a donde acudió a votar en los vuelos charter que organizó la comunidad de Miami, donde viven más de 200,000 venezolanos, la mayoría desde que Chávez llegó al poder en 1999.
La victoria de Chávez, anunciada pasadas las 22H30 de Miami, fue difundida en pantallas gigantes al exterior e interior del Arepazo 2 y dio lugar al llanto, al desconcierto y a las denuncias de fraude.
'Para mí esto es como una muerte, vivo como exiliado político en Miami desde 2006 y mi sueño es la partida de Chávez para volver', dijo a la AFP, León, un exgerente de la petrolera estatal PDVSA que solo quiso dar su apellido.
Los residentes en el sur de Florida se quedaron sin consulado en Miami en enero, cuando el gobierno de Venezuela decidió cerrarlo después de que Estados Unidos expulsara a su cónsul por un supuesto caso de espionaje internacional, lo que les obligó a trasladarse a Nueva Orleans para ejercer su derecho a votar.