La lluvia de ceniza provocada por el volcán Turrialba en Costa Rica obligó a cerrar el principal aeropuerto internacional del país y varias escuelas ubicadas en las zonas más afectadas por la erupción.
El coloso arrojó piedras de un metro de diámetro a 500 metros de distancia.
El aeropuerto internacional Juan Santamaría, al este de San José, permaneció cerrado durante toda la noche del jueves y reanudará las actividades al mediodía del viernes, informó la empresa administradora de la terminal aérea.
Las autoridades de Vigilancia Aérea indicaron que la ceniza en la pista de aterrizaje podía constituirse en un factor de riesgo, además de problemas de visibilidad.
El aeropuerto Tobías Bolaños, dedicado a vuelos locales con avionetas, también estuvo cerrado de manera intermitente como consecuencia de la actividad volcánica.
El Ministerio de Educación Pública suspendió las clases el viernes en 12 escuelas cercanas al volcán por recomendación de la Comisión Nacional de Emergencias, que mantiene una vigilancia sobre la zona, ubicada a 70 kilómetros al este de la capital costarricense.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica registró una nueva erupción durante la madrugada del viernes pero de menor intensidad que las tres erupciones que provocaron la lluvia de ceniza el día anterior.
La actividad volcánica fue la más intensa desde 1996, cuando el Turrialba hizo erupción después de 130 años de calma.
