Alcalde de Valdobbiadene se une a la caminata por la salud en Italia

Por Ali Watkins/ The New York Times

En un mundo que parece consumido por el capitalismo y la presión inquebrantable para trabajar, Robin Leach, la personalidad de la televisión británica que murió en el 2018, señaló a un lugar que lo hacía de manera diferente: en Italia, dijo Leach, añaden trabajo y vida a la comida y al vino.

Luciano Fregonese, Alcalde de Valdobbiadene —un pueblo rural de 10 mil habitantes en el pintoresco noreste de Italia, famoso por su Prosecco— ha vivido esas verdades.

“No es fácil, porque cada fin de semana hay uno o dos o tres o tal vez más eventos a los cuales asistir, y en cada evento es común beber vino, o Prosecco, y también comer”, dijo el Alcalde, con la ayuda de un traductor. “No es fácil decir ‘no’”.

Esas son las cargas de un tres veces Alcalde en esta exuberante región de Italia, donde Fregonese —preocupado por el costo que el puesto estaba cobrando en su salud— ha agregado una nueva tarea a sus labores habituales de Alcalde: los jueves, Fregonese camina.

Comenzó como una broma alegre entre amigos, que el bullicioso hombre de 47 años había entregado su corazón —y su cintura— a su puesto como Alcalde. Fregonese, que dice haber aumentado de peso desde que fue electo Alcalde por primera vez en el 2014, ya estaba cada vez más preocupado por la factura que cobraba su trabajo en su salud antes de ganar un tercer mandato en junio.

Después de su reelección, quedó claro que las obligaciones en materia de vino y refrigerios continuarían. Alentado por sus seres queridos a controlar su peso, Fregonese y algunos amigos crearon un grupo de WhatsApp la primavera pasada para coordinar caminatas.

“Todo empezó como una broma”, dijo. Sus primeros paseos por el pueblo contaron con una modesta asistencia, en su mayoría de amigos.

Pero entonces se corrió la voz y los recorridos nocturnos de Fregonese crecieron. Ahora, las caminatas son un acontecimiento habitual en la localidad. Su último paseo, dijo Fregonese, lo emprendió con más de 200 personas a su lado. Hubo niños, perros e incluso algunos visitantes de otros pueblos que habían oído hablar de las caminatas semanales.

En una era de política incisiva y divisiva en todo el mundo, las caminatas locales de Fregonese han tocado una fibra más amigable —no hay campaña, ni agenda ni itinerario más allá de un recorrido de una hora por las colinas a las afueras de Valdobbiadene, una zona vitivinícola de la región del Véneto que recientemente fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Fregonese dijo que su intención es continuar las caminatas de los jueves por la noche, y quizás agregar una caminata los lunes, hasta el otoño, cuando los atardeceres más tempranos podrían obligar a un cambio en el horario. Hasta entonces, él y sus docenas de amigos seguirán adelante.

“Hermosa ruta, subidas desafiantes, pero facilitadas por la vista y la compañía”, publicó Fregonese en Facebook.

Y, añadió, para endulzar el viaje —al final hay pizza.

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