Por Priya Krishna / The New York Times
FORT WORTH, Texas — Una mañana reciente en Fort Worth, Texas, Cally Smoke se desplazaba por la letanía de bebidas en un quiosco para ordenar en CosMc’s, una nueva cadena de bebidas de McDonald’s. La mayoría de las opciones tenía nombres que no reconocía ni entendía, como Sprite Moonsplash y Beach Protein Frappé.
Se decidió por el Chai Frappé Burst, un brebaje helado con crema batida, boba y chispas de azúcar con canela.
“Tienes que ser original”, dijo Smoke, una vendedora de 40 años. “No puedes pedir sólo café negro”.
Los quioscos ofrecen una serie de posibles complementos: ¿Podría ese S’mores Cold Brew saber mejor con un chorrito de Coca-Cola?
La necesidad de los clientes de energía instantánea, así como su deseo de autoexpresión, ha inspirado un ecosistema siempre cambiante de bebidas elaboradas.
Una bebida “es una cuestión de estatus”, afirmó Josiah Varghese, un barista de Starbucks en Roselle, Illinois, que comparte sus intrincadas creaciones con sus 1.8 millones de seguidores en TikTok. “La gente puede llevarla consigo y mostrarle a los demás: Este soy yo”.
Cuatro de las 10 cadenas de restaurantes de más rápido crecimiento en EU son compañías de café, arroja un reporte del 2024 de Datassential, una firma de investigación de mercado.
La cadena de tiendas de sodas Swig, que abrió su primer local en el 2010, crece a paso acelerado. Y gigantes de la comida rápida como Burger King y Panera se apresuran para ampliar sus menús de bebidas.
Los refrescos embotellados y los capuchinos rápidos podrían ya no satisfacer como antes.
En Starbucks, una cuarta parte de todas las bebidas personalizadas que vende en EU tienen más de tres modificaciones —como un toque adicional de espresso, un chorrito de jarabe de sabor o una capa de espuma fría, dijo una vocera de la empresa.
Cada vez más, los consumidores esperan que todo, desde sus muros de redes sociales hasta sus bebidas, esté adaptado a sus gustos, dijo Nik Modi, codirector de investigación del consumidor en RBC Capital Markets, un banco de inversión en Toronto.
Kelly Herd, profesora adjunta de mercadotecnia en la Universidad de Connecticut, agregó que las bebidas personalizadas explotan el deseo, particularmente entre los jóvenes, de sentirse únicos a un costo relativamente bajo.
Este cambio hacia la personalización extrema inició hace algunas décadas, liderado por cadenas como Starbucks y Sonic. Estas cadenas dieron primero con una estrategia que ahora adoptan muchas otras: los clientes están a la vanguardia de la innovación.
Algunas cadenas dijeron que recurren más a las redes sociales que a ejecutivos de mercadotecnia en busca de inspiración para el menú.
Nitro Bar, un trío de cafés en Rhode Island, tiene una sección de “artesanías” que incluye el Fruit Loop (té helado de flor de campanilla, jarabe de vainilla y leche de avena).
Audrey Finocchiaro, cofundadora de Nitro Bar, subió hace poco un video en el que preparaba un café latte de pepino, al que añadió jarabe de mora azul casero y espresso. Varios clientes le pidieron que lo incluyera en el menú (aún no lo ha hecho).
¿Pepinos en el café? Seguramente esto es una señal de que nos hemos quedado sin ideas.
Para nada, aseguró Finocchiaro: “No sé qué podría ser, pero creo que aún no hemos tocado el techo”.
© 2025 The New York Times Company