El impacto del calentamiento global en el plancton y las ballenas

El calentamiento global afecta al plancton, base de la vida marina. Un satélite de la NASA estudia su impacto en la biodiversidad y el ecosistema oceánico

  • 11 de marzo de 2025 a las 16:02
El impacto del calentamiento global en el plancton y las ballenas

Por: Delger Erdenesanaa/ The New York Times

El plancton se encuentra disperso por los océanos y es una de las formas de vida más abundantes en la Tierra. Pero el calentamiento global está trastornando a estos diminutos organismos y amenazando toda la cadena alimentaria marina que se basa en ellos.

Hace un año, la NASA lanzó un satélite que proporcionó la visión más detallada hasta el momento de la diversidad y distribución del fitoplancton.

“¿Te gusta respirar? ¿Te gusta comer? Si tu respuesta es sí a cualquiera de las dos preguntas, entonces te importa el fitoplancton”, dijo Jeremy Werdell, científico principal del programa satelital, llamado PACE, siglas en inglés de “Ecosistema de Plancton, Aerosol, Nube, Océano”.

El fitoplancton son pequeñas algas y bacterias acuáticas que realizan la fotosíntesis para vivir directamente de la energía del Sol. Son consumidos por el zooplancton, los animales más pequeños del océano, que, a su vez, alimentan a los peces y criaturas más grandes.

El fitoplancton tiene formas singulares de dispersar y absorber la luz. PACE mide todo el espectro de color visible y un poco más allá, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo cercano, permitiendo a los científicos identificar diferentes tipos de fitoplancton.

A principios de la década del 2000, los científicos detectaron que enormes zonas del océano con menos nutrientes y fitoplancton más escaso, llamadas desiertos oceánicos, se están expandiendo. Al mismo tiempo, las floraciones de fitoplancton costero, particularmente en latitudes más altas, han crecido y se han vuelto más frecuentes, arroja un estudio del 2023. Las temperaturas más cálidas de la superficie del mar están estimulando su crecimiento.

Zooplancton visto bajo el microscopio en el Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas en East Boothbay, Maine. (Billy Hickey para The New York Times)

Algunas floraciones de fitoplancton crecen tanto y tan rápido que, cuando finalmente se descomponen, agotan el oxígeno en el agua circundante, creando “zonas muertas” donde nada más puede vivir. Y algunos fitoplancton producen toxinas que pueden enfermar y matar a peces, aves y mamíferos, incluyendo a los humanos. Comprender qué tipos de fitoplancton se encuentran en cada lugar puede ayudar a los residentes costeños a protegerse.

Antes del amanecer en una fría mañana de noviembre, David Fields, un ecologista de zooplancton del Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas en Maine, y un pequeño grupo de científicos locales partieron en un catamarán para pasar un largo día buscando plancton en el Golfo de Maine.

De vuelta en el laboratorio, los científicos examinaron un Calanus finmarchicus, un tipo de zooplancton, capturado. Los especímenes tenían grandes sacos de grasa, llenos de lípidos ricos en calorías que buscan los peces y las ballenas francas. En estudios experimentales, Fields y sus colegas descubrieron que a medida que se eleva la temperatura, los Calanus se hacen más pequeños y tienen menos grasa relativa a su tamaño corporal.

Una de las personas que participaron en el viaje fue Amy Wyeth, una ecologista de zooplancton que está iniciando un nuevo programa de muestreo de plancton y monitoreo del hábitat para el Departamento de Recursos Marinos de Maine. El objetivo, dijo, es ayudar al Estado a pronosticar los movimientos de las ballenas francas y ayudar a la pesca de langostas de Maine a evitar enredos con ballenas.

Las ballenas francas del Atlántico Norte están en peligro de extinción, con sólo unos 370 especímenes restantes. Se alimentan de Calanus finmarchicus, a veces consumiendo cientos de millones de estas diminutas criaturas todos los días.

El Golfo de Maine es históricamente una rica zona de alimentación veraniega para las ballenas francas. Pero en el 2010, comenzó a formarse una ola de calor marina en este ecosistema normalmente frío. Luego, en el 2012, la región también experimentó temperaturas del aire inusualmente cálidas.

De repente hubo menos ejemplares adultos más grandes y ricos en lípidos de Calanus a finales del verano y en otoño. Desde entonces, las ballenas francas han estado nadando más al norte en busca de más ejemplares de Calanus, incluso hasta el Golfo de San Lorenzo, donde muchos han sido impactados por barcos o se han enredado en aparejos de pesca.

El Informe sobre el Estado del Ecosistema de Nueva Inglaterra más reciente, elaborado por el Centro de Ciencias Pesqueras del Noreste de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, documentó una floración récord de fitoplancton en el 2023 y también halló que el zooplancton en partes de la plataforma continental del noreste se está diversificando, una posible señal de reestructuración del ecosistema. En particular, están aumentando las especies más pequeñas, más gelatinosas y menos ricas en energía. Los científicos enfatizan la necesidad de combinar las observaciones locales con los datos satelitales.

© 2025 The New York Times Company

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Infórmate sobre las noticias más destacadas de Honduras y el mundo.
Te gustó este artículo, compártelo
Cardona: "en merienda escolar somos líderes regionales y ejemplo global"
Cardona: "en merienda escolar somos líderes regionales y ejemplo global"
Keep WatchingNext video in 8 seconds
0 seconds of 1 minute, 57 secondsVolume 0%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
Próximo
Gol de CD Choloma contra Platense para revertir el marcador global
00:19
00:00
01:57
01:57