Por Ivan Penn
y Karen Weise/ The New York Times
Las empresas de tecnología se están volviendo cada vez más a las centrales nucleares para proporcionar la electricidad libre de emisiones necesaria para hacer funcionar la inteligencia artificial y otros negocios.
Microsoft, Google y Amazon han cerrado recientemente tratos con operadores y desarrolladores de plantas nucleares para alimentar un auge de los centros de datos, que proporcionan servicios computacionales a empresas grandes y pequeñas. La demanda se ha acelerado debido a las grandes inversiones que estas y otras empresas tecnológicas han hecho en IA, que requiere mucha más energía que otras empresas tecnológicas como las redes sociales, el streaming de videos y las búsquedas web.
Las grandes empresas de tecnología, que antes invirtieron mucho en energía eólica y solar, ahora están gravitando hacia la energía nuclear porque quieren energía disponible las 24 horas del día y que no produzca emisiones de gases de efecto invernadero.
Las mayores empresas de tecnología se han comprometido a alimentar sus operaciones con energía libre de emisiones para el 2030, pero esos compromisos se produjeron antes del auge de la IA.
“Tienen el deseo de hacer crecer todo esto de manera sostenible y en este momento la mejor respuesta es la energía nuclear”, dijo Aneesh Prabhu, un director administrativo en S&P Global Ratings.
En septiembre, Microsoft anunció que había acordado pagar a una empresa de energía, Constellation Energy, para reactivar la cerrada planta nuclear Three Mile Island, en Pensilvania.
El 14 de octubre, Google dijo que había acordado comprar energía nuclear de pequeños reactores modulares siendo desarrollados por una startup llamada Kairos Power, y que anticipaba que el primero de ellos estuviera funcionando para el en 2030. Dos días después, Amazon dijo que invertiría en el desarrollo de pequeños reactores modulares de otra startup, X-Energy.
Los pequeños reactores modulares aún no se han comercializado con éxito, pero los expertos dijeron que podrían ser más baratos y más fáciles de construir que los grandes reactores nucleares. Prabhu dijo que construir los reactores modulares podría costar alrededor de mil millones de dólares cada uno y que algún día podría ser factible ubicarlos junto a los centros de datos.
Estados Unidos opera 94 reactores de plantas de energía nuclear, más que cualquier otro país, pero sólo se han construido dos allí en las últimas décadas. Los ejecutivos de tecnología dicen que esta vez será diferente y algunos han apostado sus fortunas personales a esa creencia. Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha invertido más de mil millones de dólares en una startup llamada TerraPower, que está trabajando para desarrollar reactores más pequeños en asociación con PacifiCorp, la empresa de servicios públicos de Warren Buffett.
La idea es que los componentes de cada unidad podrían ser lo suficientemente pequeños como para ser producidos en masa en una línea de ensamblado, volviéndolos más baratos. Cada central eléctrica podría comenzar con uno o unos cuantos reactores y agregarse más con el tiempo.
Pero los detractores de la energía nuclear argumentan que las empresas de servicios públicos y de tecnología no abordan problemas de mucho tiempo, como el alto costo de los nuevos reactores, los retrasos en la construcción y la falta de un sitio de almacenamiento permanente para el combustible nuclear gastado.
Aún así, muchos ejecutivos de tecnología y energía dicen que la energía nuclear es esencial porque las fuentes renovables como la eólica y la solar no son lo suficientemente confiables para satisfacer las crecientes necesidades de energía.
Los centros de datos utilizan electricidad para operar —y, lo que es más importante, enfriar— los servidores computacionales. La energía es tan crucial para los centros de datos que la industria habla del tamaño de un edificio en función de la cantidad de megawatts que ha asegurado de las compañías de servicios públicos.
Se requieren entre 5 y 10 kilowatts para alimentar un rack de servidores en un centro de datos típico, pero un rack lleno de chips de computación IA avanzada puede exigir más de 100 kilowatts, dijo Raul Martynek, director ejecutivo de DataBank, una empresa de centros de datos.
Este año, Amazon gastó 650 millones de dólares para comprar un campus de centro de datos en desarrollo que será alimentado directamente por una planta nuclear existente en Pensilvania. Y, además del acuerdo de Three Mile Island, Microsoft acordó comprar energía a Helion Energy, una startup del área de Seattle que busca construir la primera planta de energía de fusión nuclear del mundo para el 2028.
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