La ofensiva de Trump contra el clima: un giro radical en la política ambiental de EE UU

En pocas semanas, el presidente Trump ha desmantelado las políticas climáticas estadounidenses, impulsando la industria de los combustibles fósiles y revirtiendo regulaciones diseñadas para combatir el cambio climático

  • 18 de marzo de 2025 a las 17:38
La ofensiva de Trump contra el clima: un giro radical en la política ambiental de EE UU

Por: David Gelles, Lisa Friedman y Brad Plumer | The New York Times

En cuestión de unas cuantas semanas, el Presidente Donald J. Trump ha dañado gravemente la habilidad del Gobierno estadounidense para combatir el cambio climático, trastocando la política ambiental con medidas que podrían tener implicaciones duraderas para Estados Unidos y el planeta.

Con una serie de acciones que han extendido los límites del poder presidencial, Trump ha desmantelado los esfuerzos climáticos, revertido las regulaciones destinadas a limitar la contaminación y dado un gran impulso a la industria de los combustibles fósiles. Está abandonando los esfuerzos por reducir el calentamiento global, incluso cuando el mundo ha alcanzado niveles récord de calor que los científicos dicen se deben principalmente a la quema de combustibles fósiles. Todos los rincones del mundo están experimentando ahora los efectos de este aumento en las temperaturas en forma de huracanes, inundaciones, incendios forestales y sequías más letales.

Para lograr una reforma tan radical de las políticas climáticas del País en tan poco tiempo, la Administración Trump ha dado marcha atrás a subvenciones, despedido masivamente a trabajadores y atacado regulaciones ambientales de muchos años. Las medidas de la Administración Trump se han extendido simultáneamente por todo el Gobierno, afectando a agencias federales, estatales y locales, y perjudicando proyectos financiados por el Gobierno en África, la Antártida y en todo el mundo. El día de su toma de posesión, Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, convirtiéndolo en el único país en retirarse.

Trump ha congelado los fondos asignados por el Congreso para proyectos de energía limpia, con especial atención a la energía eólica, la mayor fuente de energía renovable del País. Ha suspendido las aprobaciones para parques eólicos en terrenos públicos y aguas federales, y ha amenazado con bloquear proyectos en terrenos privados. Ha despedido a miles de empleados federales, desmantelado programas destinados a ayudar a las comunidades contaminadas y eliminado las referencias al cambio climático de los sitios web federales.

Ha lanzado una ofensiva multifacética contra las regulaciones diseñadas para frenar la contaminación, eludiendo los procesos normativos normalmente largos. También ha declarado una emergencia energética, otorgándose la autoridad para acelerar la construcción de proyectos de petróleo y gas.

“Vamos a perforar, perforar, perforar y hacer todo lo que queríamos”, declaró Trump pocas horas después de asumir su segundo mandato.

EU produce más petróleo que cualquier otra nación en la historia y también es el mayor exportador mundial de gas natural. La industria de los combustibles fósiles donó más de 75 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump, quien, a su vez, prometió debilitar las regulaciones ambientales.

En varios casos, las acciones de la Administración han violado la ley, con agencias desafiando órdenes judiciales, congelando fondos en contratos legalmente vinculantes y reinterpretando las regulaciones.

Equipos de limpieza contratados por la EPA en una zona de California, destruida por incendio.

La Administración y los republicanos en el Congreso planean usar una maniobra legislativa para anular rápidamente la autoridad de California para prohibir la venta de autos nuevos a gasolina en el Estado para el 2035. Los detractores afirman que la maniobra es ilegal.

Hasta el mes pasado, se esperaba que EU registrara reducciones significativas en sus emisiones de gases de efecto invernadero durante la próxima década. Pero los cambios de la Administración Trump allanan el camino para mayor contaminación que calienta el planeta y probablemente frenarán el avance de tecnologías más limpias.

“Para impulsar el Gran Regreso Estadounidense, el Presidente Trump está impulsando la energía estadounidense y eliminando la Nueva Estafa Verde”, dijo Taylor Rogers, vocero de la Casa Blanca. “El Departamento de Energía y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) están trabajando en conjunto para implementar la orden ejecutiva del Presidente Trump y deshacer las políticas climáticas radicales de Biden que limitaron la economía y los abundantes recursos naturales de EU”.

Los partidarios de Trump están encantados con la magnitud de sus ataques a las regulaciones.

“Están haciendo todo lo que pensé que harían, y están haciendo otras cosas que sólo soñé que podrían hacer”, dijo Myron Ebell, un activista conservador que dirigió el equipo de transición de la EPA durante el primer mandato de Trump.

Varias de las acciones de la Administración enfrentan impugnaciones legales. Después de que Trump ordenó a las agencias federales pausar miles de millones de dólares en subvenciones para el clima y la energía, autorizadas por la Ley de Reducción de la Inflación del 2022 y la ley bipartidista de infraestructura del 2021, dos jueces federales ordenaron a la Administración Trump que permitiera que el dinero fluyera de nuevo. Algunos fondos han comenzado a movilizarse, pero muchos permanecen estancados.

En las últimas semanas, Trump ha despedido a miles de empleados de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el Departamento del Interior (DIN), el Departamento de Energía (DENER) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), la principal agencia gubernamental especializada en ciencia climática. El 27 de febrero, un juez federal declaró ilegales las directivas que llevaron a despidos masivos.

Lee Zeldin, administrador de la EPA, recomendó que la agencia revocara su conclusión del 2009 de que las emisiones de gases de efecto invernadero ponen en peligro la salud y el bienestar humanos, dicen tres personas familiarizadas con la decisión. Esto eliminaría el fundamento legal de las leyes climáticas del Gobierno, como los límites a la contaminación de los autos y las centrales eléctricas.

Dls. 75 millones

Donaciones de la industria de los combustibles fósiles a la campaña del Presidente Donald J. Trump.

© 2025 The New York Times Company

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