Osgemeos: de las lalles de São Paulo a una gran retrospectiva en Museo Hirshhorn

Los artistas brasileños Osgemeos, los gemelos Otávio y Gustavo Pandolfo, preparan su retrospectiva “Endless Story” en el Museo Hirshhorn del Smithsonian

Los gemelos Otávio y Gustavo Pandolfo, u Osgemeos, con graffiti que los retrata, en su estudio en São Paulo.

vie 12 de julio de 2024 a las 20:3

Por Jill Langlois / The New York Times

São Paulo, Brasil — Justo detrás de la puerta del estudio de los artistas brasileños Osgemeos hay un autorretrato.

Pintada con spray en la pared de concreto de la entrada, la obra muestra a los gemelos Otávio y Gustavo Pandolfo, de 50 años, vistiendo ropa estampada de colores, bolsos colgados al hombro y gorras de beisbol en la cabeza. Su piel es del mismo tono amarillo que la de otros personajes en su arte, un guiño al hecho de que ellos también podrían ser de Tritrez, el mundo fantástico que exploran en sus murales estilo graffiti, esculturas monumentales, dibujos intrincados y pinturas vívidas.

En su estudio están en marcha los preparativos para “Endless Story” (Historia sin fin), una retrospectiva de su obra que se exhibirá en el Museo Hirshhorn del Smithsonian en Washington durante casi un año entero a partir de septiembre, presentando unas mil obras de arte, fotografías y materiales de archivo.

Los artistas no sólo tienen que seleccionar piezas de su trayectoria, sino que también tienen que revisar los miles de dibujos que su madre guardó y que hicieron cuando eran niños. Algunos retratan bocetos de autos, mientras que otros explican a sus padres la importancia de Tritrez.

Ese mundo mágico es el foco de una exposición, “Cultivating Dreams” (Cultivando sueños), en la galería Lehmann Maupin de Nueva York, a la vista hasta el 16 de agosto y que presenta una instalación inmersiva que lleva a los visitantes a través de Tritrez.

Los gemelos describen Tritrez como un lugar en el que sienten que vivieron antes de nacer y al que regresarán cuando mueran.

“Siempre hemos tenido esta fuerte conexión espiritual con Tritrez y entre nosotros”, dijo Otávio.

Procedentes del mundo del graffiti y el arte callejero, Osgemeos “han hecho que el mundo del arte los mire de una manera más formal, como escultores, pintores y narradores”, dijo David Maupin, cofundador de Lehmann Maupin. “Tienen esa habilidad de hacer ambas cosas: desde murales al aire libre hasta pinturas de interior”.

Los gemelos no ocultan su ambición.

“Para personas como nosotros, que no fuimos a la escuela de arte y que somos autodidactas, es un espacio difícil de penetrar”, dijo Gustavo sobre el mundo del arte formal. “Poder obtener este tipo de reconocimiento, poder vivir de tu trabajo como artista es realmente gratificante”.

Cuando eran adolescentes, su obra se basó en gran medida en la cultura hip-hop, en la que se sumergieron después de ver a chicos mayores bailar break dance afuera de la casa de sus padres.

“Estaban pintando las paredes con aerosol”, dijo Gustavo. “Inmediatamente asociamos eso con nuestros dibujos. Si ellos pueden pintar edificios con aerosol, nosotros también podemos pintar allí nuestros dibujos con aerosol”.

Su obra finalmente incorporó un elenco caprichoso de personajes cabezones y de piel amarilla. Piezas surrealistas que muestran de todo, desde caras que se abren sobre bisagras hasta partes del cuerpo que salen de las paredes, su obra aún posee elementos de hip-hop —los personajes a menudo llevan caseteras o tornamesas y algunos tienen latas de pintura en aerosol en la mano.

Sus murales pueden ser vistos en Lisboa, Berlín, Mumbai, India y Nueva York. Sus piezas habitualmente cuestan cientos de miles de dólares.

$!“Cultivating Dreams”, en la Lehmann Maupin en NY, retrata el fantástico mundo de Tritrez de Osgemeos.

Su improbable ocupación de espacio en el mundo del arte tradicional ha abierto ahora también las puertas a otros.“En Brasil, los Osgemeos han dado al graffiti mucha más visibilidad y alcance”, dijo Berna Reale, una artista contemporánea brasileña.

Los gemelos acogen con agrado el cambio en la forma en que la gente ve la cultura hip-hop —”ha salvado muchas vidas”, dijo Gustavo.

Su propia perspectiva también cambia constantemente.“Nunca hemos repetido un dibujo”, dijo Otávio. “Cada uno es individual”.

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