Perros de élite listos para el evento canino más grande en Nueva York

Dueños comparten habitaciones de hotel con sus perros, algunos incluso ocupan toda la cama, haciendo que la logística del viaje sea un desafío divertido

Vitellozzo, un bulldog francés, durmió durante la mayor parte del viaje desde Croacia a una exposición.

jue 16 de mayo de 2024 a las 22:37

Por Christine Chung / The New York Times

Las figuras que viajaron a Nueva York a mediados de mayo para el evento más grande de sus trayectorias, llegaron en auto con conductor, o en aviones rodeados de séquitos. No podían cargar sus propios pasaportes, mucho menos empacar sus croquetas o juguetes.

Sin embargo, todos y cada uno de ellos son excelentes perros.

Unos 2 mil 500 perros de alta clasificación estuvieron en Nueva York para competir en la exposición canina del Westminster Kennel Club de este año. La evaluación de razas fue el evento principal, mientras que cientos de otros perros disputaron eventos que pusieron a prueba su agilidad, obediencia y la capacidad de lanzarse desde un muelle.

Participar en la exposición requiere años de entrenamiento y esfuerzo. Llegar a la exposición requiere una gran organización por parte de los propietarios y cuidadores, que planean viajes por carretera o en avión de horas o días de duración, empacan equipo con valor de miles de dólares —mesas de aseo, secadores de pelo, correas, juguetes, croquetas— y rezan para que ni retrasos ni cancelaciones trastornen sus itinerarios.

Las golosinas de premio no son negociables.

“Trato de abastecerme de premios saludables de un solo ingrediente, como pato liofilizado o hígado liofilizado”, dijo Shell Lewis, de 71 años, que fue a Nueva York con un russell terrier y un cairn terrier. Sin embargo, en los días de la exposición sus perros reciben “algo especial y de gran valor.

“Involucra ir a un autoservicio de McDonald’s para comprar dos bísquetes con salchicha —yo me como los bísquetes, ellos las salchichas”, dijo.

Lewis condujo 14 horas desde Illinois para que Spangle, su russell terrier de 2 años, compitiera en el evento de agilidad. También llevó a Nora, su cairn terrier de 7 años.

“Aún no han aprendido a manejar, pero son excelentes viajeros”, dijo Lewis.

Krysthel Moore y Quinnzel, su border collie, que con un salto de 4.50 metros llegó a la final de clavado desde el muelle, condujeron ocho horas desde su casa en Quebec. Quinnzel durmió la mayor parte, dijo Moore, de 40 años.

Quinnzel apenas nota un cambio en el entorno, añadió Moore. “A ella no le importa dónde estemos, sólo le gusta estar cerca de mí”.

Los perros no viajan ligero, como explicó Jamie Goodrich, de 41 años. Saliendo de Central Square, NY, subió a su van dos jaulas, dos sillas plegables, 11 litros de agua, kits de emergencia, croquetas para días enteros, equipo de aseo —cepillos, maquinillas, un atomizador, tijeras— y un ventilador eléctrico.

“Ah, y el perro”, dijo sobre Aero, su akita. (El ventilador mantiene fresco a Aero tras bambalinas).

Otros perros volaron a Nueva York, lo que requirió reunir innumerables documentos, tener vacunas al corriente y cumplir con diferentes políticas aéreas y restricciones de raza y peso.

Janice Hayes, una manejadora profesional de 42 años de Palm Springs, California, vuela con regularidad para exhibir perros. Buddy Holly, un petit basset griffon vendéen, ganó el primer premio en Westminster el año pasado.

Buddy Holly ahora está retirado, pero hizo el viaje nuevamente este año para disfrutar de sus momentos finales como campeón reinante y acompañar a otros tres perros de exhibición: Britney y Spotify, también petit basset griffon vendéens, y Hayden, un cavalier king charles spaniel. Debido a su tamaño, los petit basset griffon vendéens vuelan en jaulas y con la carga. Hayden voló en la cabina.

Llegar al aeropuerto con horas de anticipación es una de las estrategias de Hayes, así como reservar un asiento con vista a la bodega del avión: observar cómo suben a los perros ofrece tranquilidad de que los perros también van en ruta.

Docenas de perros viajaron desde el extranjero. Anel Vázquez Franchini y su perra Khaleesi, una collie barbuda de 5 años, volaron desde la Ciudad de México.

“Aquí no tenemos muchos collies barbudos. Es fácil ganar cuando no tienes competencia”, dijo sobre las exposiciones caninas en México. El espectáculo de Westminster, dijo, es una oportunidad para que Khaleesi demuestre su valía.

Los requisitos para que los animales viajen internacionalmente difieren según el país. Los perros de la Unión Europea necesitan un pasaporte para mascotas. Muestra el registro del microchip, el historial de vacunas y la información de propiedad.

Vitellozzo, un bulldog francés de 2 años que vive en Croacia con su manejadora, Valentina Zupan, tiene ese pasaporte. Es un viajero experimentado —esta fue su segunda vez en EU.

Los hoteles más cercanos al lugar de la exhibición, el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King de la USTA, en Flushing Meadows Corona Park, hospedarán a los perros y a sus humanos durante la noche.

La mayoría de los manejadores y propietarios que van al Westminster comparten habitaciones con sus perros. Y sus camas.

“Mis perros ocupan toda una cama. Tengo suerte si puedo dormir en la parte superior”, dijo Patty Berkovitz, de 69 años, quien con su pareja Jack Florek, de 71 años, y dos perros lobo irlandeses, Rowan y Brody, se hospedaba en Long Island City. Los cuatro están en una sola habitación y cada uno de los perros pesa más de 70 kilos.

Con compañeros de cama tan grandes, Florek bromeó diciendo que la estrategia era acostarse antes que los perros.

© 2024 The New York Times Company

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