Por: Meaghan Tobin y Claire Fu/ The New York Times
Después de casi una década de intentos, Apple finalmente abandonó el año pasado su esfuerzo por producir un auto eléctrico, cancelando un proyecto que absorbió 10 mil millones de dólares.
Pero el año pasado en China, el fabricante de productos electrónicos Xiaomi lanzó su primer auto eléctrico después de sólo tres años de desarrollo y entregó 135 mil vehículos. Ha prometido duplicar esa cifra este año.
La capacidad de Xiaomi para tener éxito donde Apple no pudo muestra hasta qué grado China ha llegado a dominar la cadena de suministro para los vehículos eléctricos.
Más empresas chinas de VEs —incluyendo Leapmotor, Li Auto y Seres Group— están comenzando a obtener ganancias después de años de intensa competencia por el mercado automotriz más grande del mundo.
Xiaomi tiene mucho tiempo de ser comparada con Apple. Hizo apuestas que sus rivales se apresuraron a imitar, como vender sus teléfonos de bajo costo y alto diseño principalmente en línea. Lei Jun, su director ejecutivo, incluso se vistió como el cofundador de Apple, Steve Jobs, con pantalones de mezclilla y una camisa negra, para el lanzamiento del primer teléfono de Xiaomi en el 2011.

El primer auto eléctrico de Xiaomi fue lanzado en marzo del año pasado: el SU7, un sedán de cuatro puertas con funciones de inteligencia artificial que pueden ayudar a estacionarse, reproducir películas para pasajeros y programar electrodomésticos Xiaomi desde el auto. Lei dijo que su objetivo es que se desempeñe como un Porsche. Pero a 30 mil dólares, es una cuarta parte del precio.
Xiaomi fabrica todo tipo de aparatos electrónicos, desde aspiradoras robot hasta aires acondicionados, que se conectan a través de su sistema operativo y se controlan en su app.
“Xiaomi realmente ha empezado a infiltrar tu casa”, dijo Gary Ng, economista en Natixis Corporate & Investment Banking. “Todo está conectado, y esto es algo que otras empresas no podrían hacer”.
Aunque el SU7 le ha brindado a Xiaomi sólo una pequeña fracción de las ventas de los principales fabricantes de VEs de China, coloca a Xiaomi entre las empresas chinas que están asestando un duro golpe al prolongado dominio de las armadoras extranjeras sobre el mercado chino de autos de lujo. En el año desde que salió a la venta el SU7, las entregas de Porsche en China han disminuido casi un 30 por ciento.
Xiaomi recientemente lanzó una versión de lujo, el SU7 Ultra, junto con una versión premium de su teléfono inteligente más reciente. La compañía realizó un llamativo adelanto del auto al probar un prototipo en el circuito de carreras Nürburgring, en Alemania, donde, según informó Xiaomi, estableció un récord del “sedán de cuatro puertas más veloz”.