Leímos con interés y agrado la reciente declaración del diputado Francisco Rivera de que el gobierno va a crear una institución similar al desaparecido Instituto Nacional de la Vivienda (Inva), de grata y agradecida recordación por los miles de familias que entre los años sesenta y noventa del siglo pasado fueron favorecidas con la dotación de soluciones habitacionales a precios sumamente favorables para personas de condición económica media baja y/o de escasos recursos económicos.
Quienes tuvimos el honor de prestar servicios en la referida institución, sin el ánimo de ejercer una crítica negativa, estimamos que es procedente que el gobierno revise su política de vivienda, ya que a partir del cierre del Inva, que construía viviendas de bajo costo y por ley las debía vender sin ninguna utilidad, resulta notorio que los logros de los diferentes gobiernos en el ámbito de vivienda popular, no corresponden a las necesidades que plantea nuestra sociedad.
El Inva fue cerrado bajo la expectativa de que la empresa privada atendería al sector de vivienda de interés social, lo que no ha resultado cierto y efectivo, dando como resultado el notorio incremento en el déficit habitacional que aqueja a los más necesitados de nuestro pueblo.
Nuestra sociedad requiere de soluciones habitacionales que provean una vivienda digna a los desposeídos...