La perseverancia es uno de los ingredientes clave para lograr todo lo que vale la pena en la vida personal y profesional.
El crecimiento no es siempre lineal: usualmente hay subidas y bajadas. A veces puedes sentir que diste dos pasos hacia atrás, cuando lo que querías era ir hacia adelante. Es en momentos como ese que la perseverancia es especialmente útil.
Los contratiempos son lo suficientemente comunes que a veces perdemos el ritmo. Parte de crecer es perseverar. Los problemas que encontramos pueden ser o frustrantes o fortalecedores. En vez de hacernos desistir, nos pueden ayudar a crecer en nuestras capacidades como profesionales y líderes. También existen prácticas que puedes desarrollar para trabajar específicamente en incrementar tu capacidad de lidiar con los contratiempos; se trate de meditación, ejercicio o pasatiempos, la elección es tuya. Tomarte un descanso y apartar tiempo para ti te ayudará a retomar el proyecto con energías renovadas.
Hay ocasiones en las que los desafíos a los que te enfrentas te indican que el enfoque que estás utilizando no es el mejor. En esos casos, en vez de rendirte, mira el problema desde otra perspectiva. Tal vez la solución sea ser flexible y encontrarle una solución creativa al problema. A veces estamos inconscientemente ligados a un punto de vista en particular. Haz preguntas, ya que normalmente otras personas pueden ver cosas que nosotros no podemos ver porque estamos en medio del trabajo. Si obtienes varias perspectivas, podrás encontrar una mejor solución para resolver el acertijo en cuestión. Parte de perseverar es encontrar el camino alrededor de los obstáculos, lo que en ocasiones implica experimentar. Prueba varios experimentos que no sean muy arriesgados para ver si esas soluciones funcionan.
Sigue adelante. Mientras más practiques, mejor serás. Crecerás tú, y tu compañía crecerá junto a ti.
El crecimiento no es siempre lineal: usualmente hay subidas y bajadas. A veces puedes sentir que diste dos pasos hacia atrás, cuando lo que querías era ir hacia adelante. Es en momentos como ese que la perseverancia es especialmente útil.
Los contratiempos son lo suficientemente comunes que a veces perdemos el ritmo. Parte de crecer es perseverar. Los problemas que encontramos pueden ser o frustrantes o fortalecedores. En vez de hacernos desistir, nos pueden ayudar a crecer en nuestras capacidades como profesionales y líderes. También existen prácticas que puedes desarrollar para trabajar específicamente en incrementar tu capacidad de lidiar con los contratiempos; se trate de meditación, ejercicio o pasatiempos, la elección es tuya. Tomarte un descanso y apartar tiempo para ti te ayudará a retomar el proyecto con energías renovadas.
Hay ocasiones en las que los desafíos a los que te enfrentas te indican que el enfoque que estás utilizando no es el mejor. En esos casos, en vez de rendirte, mira el problema desde otra perspectiva. Tal vez la solución sea ser flexible y encontrarle una solución creativa al problema. A veces estamos inconscientemente ligados a un punto de vista en particular. Haz preguntas, ya que normalmente otras personas pueden ver cosas que nosotros no podemos ver porque estamos en medio del trabajo. Si obtienes varias perspectivas, podrás encontrar una mejor solución para resolver el acertijo en cuestión. Parte de perseverar es encontrar el camino alrededor de los obstáculos, lo que en ocasiones implica experimentar. Prueba varios experimentos que no sean muy arriesgados para ver si esas soluciones funcionan.
Sigue adelante. Mientras más practiques, mejor serás. Crecerás tú, y tu compañía crecerá junto a ti.