Los tres términos se refieren al mismo fenómeno atmosférico, diferenciándose únicamente en su lugar de formación. Así, los científicos los llaman de una u otra manera según el lugar donde se producen.
Ciclones tropicales: se presentan en la región suroccidental del océano Índico (India-Bangladesh); y en el Pacífico suroeste (ciclones tropicales graves). Es un sistema atmosférico de tormentas de movimiento circular en torno a un centro de bajas presiones; es un fenómeno muy destructivo cuando llega a tierra con fuerza, debido a las lluvias torrenciales y violentas ráfagas de viento que conlleva. Dependiendo de su fuerza, puede ser una depresión tropical, una tormenta tropical o un huracán.
Tifones: es el nombre que recibe un ciclón tropical cuando el fenómeno sucede sobre el océano Pacífico occidental (hemisferio norte). Se caracterizan por una circulación ciclónica cerrada en torno a un núcleo de muy baja presión, conocido habitualmente como “ojo” del tifón, y en el que se tienen unas condiciones de calma, sin apenas nubes ni viento.
Huracanes: originados en el Atlántico Norte, Mar Caribe, Pacífico central y nororiental y su nombre tiene origen en el nombre que los indios mayas y caribeños daban al dios de las tormentas. Los huracanes son peligrosos y pueden causar grandes daños por las marejadas ciclónicas, los daños por viento, las corrientes de resaca y las inundaciones. La temporada de huracanes del Pacífico Central se presenta desde el 1 de junio al 30 de noviembre.
Cómo prepararse para los huracanes: debemos conocer cómo la lluvia, el viento, el agua e incluso los tornados pueden producirse tierra adentro, lejos de donde toca tierra un huracán o una tormenta tropical
Hacer un plan para emergencias, conoce tu zona de desalojo o evacuación, reconoce las advertencias y alertas, refuerza tu vivienda, ayuda a tu vecindario, recolecta alimentos.