La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) fue creada en 1948. La Cepal es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas.
Este organismo fue creado para colaborar con los gobiernos latinoamericanos en el desarrollo económico de sus países, en el mejoramiento del nivel de vida de sus pueblos y en la ampliación y fortalecimiento de las relaciones comerciales, tanto dentro como fuera de la región.
Los principales teóricos de la Cepal fueron el argentino Raúl Prebich (1901-1986), que por mucho tiempo fue su secretario general; el brasileño Celso Furtado (1920-2004) y también por el economista chileno Aníbal Pinto (1919-1996).
La base metodológica en la cual se fundamenta esta teoría para explicar la realidad fue el principio histórico estructural. Esto explica que no se puede hablar de una teoría general del desarrollo, tomando en consideración los diferentes niveles de desarrollo de cada país.
La Cepal incorporó una serie de conceptos que ayudan a comprender las relaciones entre países desarrollados y países con un bajo desarrollo, uno de los conceptos es el de centro periferia.
El centro es considerado como aquellos países con un mayor dinamismo en el crecimiento económico y en los recursos productivos y un mayor desarrollo industrial, en cambio, los países de la periferia son aquellos que tienen un bajo desarrollo productivo, con recursos tecnológicos atrasados y condiciones de vida deprimentes. Las relaciones entre centro y periferia son desiguales; compramos caro los productos manufacturados y vendemos barato nuestras materias primas y productos agrícolas.
Con frecuencia, los países del centro aprovechan los recursos naturales y los salarios bajos en los países de la periferia para instalar sus empresas y confeccionar sus productos. Son empresas que muchos le han llamado empresas golondrinas porque están donde les ofrecen mayores ventajas para su producción y pueden cerrar sus operaciones en cualquier momento, toda vez que en otras naciones les ofrezcan mayores oportunidades. Son empresas que no garantizan un desarrollo a largo plazo en los países donde se instalan.
La Cepal desde muy temprano advirtió que aquellos países deficitarios en el comercio como resultado de su bajo desarrollo productivo tendrían dificultades en sus finanzas para cumplir con los compromisos en el gasto público y como resultado de eso, recurrirían a préstamos condicionados a enormes medidas de austeridad con los organismos de crédito.
Las premoniciones de este organismo regional se han cumplido, la deuda, ahora, no solo de los países pobres, también de algunos países ricos como Estados Unidos, es dramática y hay quienes piensan que es impagable, tema que se ha olvidado como aspecto de reflexión en los debates públicos.
Hemos llegado a una situación tan compleja que muchos países ya no pueden vivir sin préstamos de los organismos internacionales de crédito, pero tampoco pueden vivir con ellos dado a las enormes condicionalidades que imponen y a los elevados costos financieros que hay que pagarles. A esto es a lo que se le llama crisis de la deuda externa.
