En Honduras, de hecho, gobierno tras gobierno, los rectores de la política de agricultura y ganadería han invertido tiempo y esfuerzos en administrar crisis, sean estas heredadas o surgidas por causas naturales, estructurales y del funcionamiento del sistema agroalimentario o por causa de injerencias de acciones mezquinas.
Es bueno hacer cambios para que las crisis en sí mismas, los intereses económicos y políticos, no desvíen lo determinado en las políticas de Estado del sector agroalimentario y del mundo rural.
Para tratar los retos que plantea el futuro de la agricultura y ganadería hondureña, el primer paso comienza por organizar los factores de la producción del sector agropecuario ya existentes y al mundo rural proveer lo básico y esencial del mundo urbano.
El sector de la agricultura enfrenta múltiples desafíos y entre ellos destacan los desequilibrios naturales producidos por el cambio climático, el aumento poblacional, la necesidad de producir alimentos y disminución de la mano de obra, las distorsiones del mercado, guerras, absurdos escenarios ideológicos y políticos, etcétera.
El reto de la agricultura, frente al envejecimiento de la población y la migración, es evitar la despoblación y el desmantelamiento rural. Para ello, la agricultura necesita ser una actividad no solo viable, sino rentable, de manera que atraiga a las nuevas generaciones y sea una opción real de futuro.
En este sentido, propongo de inicio crear una comisión consultiva con carácter de permanente para tratar el futuro de la agricultura y ganadería, cuyo objetivo es la búsqueda de soluciones para salir del estancamiento en el que se encuentra actualmente el debate público sobre el futuro del sector agropecuario y la ruralidad hondureña.
Esta comisión podría estar integrada por asociaciones y organizaciones de los ámbitos de la agricultura y ganadería y del medio rural, sectores económicos, defensores de los consumidores, protectores del medio ambiente y de animales, expertos y científicos, partidos políticos y congresistas, presidida por un reconocido experto en la rama científica del sector.
Dicha comisión debe tener la misión y visión de contribuir sustancialmente a organizar las potencialidades y oportunidades regionales del sector agropecuario propiamente dicho y de toda la ruralidad.Lo mismo que tranquilizar el siempre controvertido debate sobre qué parte del sector agropecuario pesa más dentro de la economía hondureña, para lo cual es necesario que todas las partes implicadas muestren la comprensión y el respeto necesarios.
Otro objetivo fundamental de la comisión en el futuro es asegurar y garantizar la supervivencia de las explotaciones agropecuarias y que el sector agroalimentario sea más respetuoso con el medio ambiente.Importante es crear la comisión para que trace las bases hacia el futuro, con el compromiso y objetivo que consiste en darle seguimiento y disponer un sector agropecuario rentable, exitoso, sostenible y aceptado por la sociedad nacional e internacional. Queda planteado