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El genocidio en Gaza y la destrucción de Irán

Detrás del genocidio de los palestinos en la Franja de Gaza en la guerra de Israel contra las milicias sunitas de Hamás, se esconden elementos que poco se examinan en la escalada del conflicto, cuyo trasfondo es el control del Oriente Próximo por Estados Unidos. Una guerra que no solo está en juego la destrucción del Gaza, la expulsión de los palestinos del territorio, el control del territorio y el aplastamiento de las resistencias de las milicias de Hamás por Israel para expandir los asentamientos judíos, sino la destrucción de Irán, el control del dominio en el Oriente Próximo y Euroasia en el nuevo orden global.

Israel es la cortina de humo de las escaladas de conflictos de mayores alcances que pretende desarrollar Estados Unidos: Gaza, Irán, Taiwán y en el Indo-Pacífico. Estados Unidos, con la guerra en Gaza lo que busca es frenar la decadencia de su hegemonía en la región y obstaculizar el ascenso de una nueva arquitectura global dominada por China, Rusia y las otras potencias emergentes del sur global.

Tras el avance de China como principal socio comercial de gran parte de los países del mundo árabe y musulmán, la decisión de las seis petromonarquías del Golfo Pérsico de abandonar el petrodólar en las transacciones energéticas y adoptar el petroyuan. Así como, el papel de China en las normalizaciones de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudita, las dos potencias regionales del mundo islámico. Además, de otra serie de acontecimientos de orden económico, político y estratégico que tiene en aprietos la hegemonía de Estados Unidos y de Israel en el contexto del Oriente Próximo. Elementos claves para comprender las movidas oscuras de Estados Unidos en este genocidio de Israel contra el pueblo palestino.

Estados Unidos e Israel con la destrucción de Gaza lo que buscan es diezmar el poder regional de Irán como potencia emergente. Los despliegues de submarinos de Israel con cabezas nucleares en el Golfo Pérsico apuntando a Irán y los desplazamientos de los barcos más poderosos de la flota militar de Estados Unidos a la región son señales que buscan forzar a que Irán entre directamente en la guerra.

Las narrativas de los medios de comunicación controlados por el poder económico de los judíos en el mundo, señalando a Teherán como responsable de las acciones de las milicias de Hamás y de otros grupos sunitas y chiitas hostiles a Israel hacen parte de aquellas movidas. Las milicias de Hamás tienen más relaciones con los Hermanos Musulmanes de Egipto y con el gobierno de Turquía que con la teocracia chiita de Teherán. Sin embargo, las pretensiones de Estados Unidos e Israel son las de mostrar a Irán como el centro del conflicto, debido a que territorio persa es el centro de gravedad del nuevo eje del orden mundial que configuran Rusia y China en el dominio de la región y Euroasia.

La ubicación geográfica de Irán lo convierte en un nodo para el dominio de Asia y parte de Europa. Fue por eso que hace más de un mes en la Asamblea de la ONU, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, propuso desarrollar un corredor estratégico de prosperidad con centro en Israel y que iría desde Egipto, Israel, Arabia Saudita, Jordania, Emiratos Árabes Unidos hasta Omán con el fin de frenar los corredores estratégicos del eje de Rusia, Irán, India y China. Esto demuestra que la guerra en Gaza tiene un objetivo claro: Irán.