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En mis tiempos

Si decimos por primera vez “en mis tiempos” nos damos cuenta de que ya no somos tan jóvenes. Esta frase a veces se usa para reprochar cómo funciona el presente o simplemente como expresión de la nostalgia que implica recordar un pasado añorado. También es posible que sea meramente descriptiva. Pero quiero que hoy pensemos en toda la implicación cultural que tiene decirlo.

Decir “en mis tiempos” en referencia al pasado implica aceptar que el presente ya no nos pertenece, y esta inferencia es importante. Ya no son estos nuestros tiempos, y sí, la moda, la música, la televisión, el cine, las tendencias, ya nada de eso aparentemente es nuestro. Incluso las ideas políticas y sociales puede que ya no estén en nuestras manos.

El presente es, entonces, siempre joven, por la sencilla razón de que es cambiante. Es en la edad más joven que somos más flexibles y capaces de cambiar, y habrá quien lo vea como un defecto, pero a mí me parece una de las más grandes virtudes del ser humano. El cambio significa renovación, crecimiento, adaptación, novedad, evolución, libertad, empatía, cercanía y frescura, entre otras cualidades.

La juventud es la que siempre ha tenido la posibilidad de cambiar el mundo, de comportarse con rebeldía porque generalmente no tienen nada que perder y tienen todo su futuro por ganar. Es por esa razón por la que el estado educacional de la juventud es clave; una juventud adormecida, desinformada y poco activa, no podrá ver el mundo cambiar, como nos pasó a muchas generaciones. Es importante que la juventud tenga conciencia de su realidad, esté informada y, sobre todo, que tenga esperanza porque es lo que los hará pensar que es posible un cambio, ¿quién se mueve sin tener ni un poco de esperanza?

¿Podríamos convertir estos tiempos, cualquier tiempo en “nuestros tiempos”? Yo creo que cualquier generación puede adaptarse y permitirse cambiar, y en realidad creo que para todas las generaciones siguen siendo sus tiempos, de alguna manera, quizá no comanden lo mainstream, pero eso muchas veces es simplemente un asunto de márquetin, y hablo también de las ideas políticas, porque después de todo, existe el márquetin político, o mejor dicho, todo es márquetin político.

Por otra parte, cuando decimos “en mis tiempos” también hacemos referencia a nuestros “buenos tiempos”, porque efectivamente, la juventud es una etapa que se disfruta muchísimo. Y de nuevo, es la juventud el momento en el que sentimos que tenemos todo por delante y que el mundo nos pertenece. Por ejemplo, siempre he pensado que la música que más nos gusta y que más nos marcó es la de nuestra juventud, y puede haber muchas explicaciones para esto, pero también habla de lo poco receptivos y abiertos que fuimos luego. Lo mismo para con otros hechos culturales y también con ideologías y cosmovisiones. Si ya no son “nuestros tiempos” solemos resistirnos al cambio.

El mensaje creo que en realidad es para las personas más jóvenes. Cuando escuchen “en mis tiempos” sepan que es cuestión de tiempo para que ya no sean suyos, y para que el mundo esté en manos de otras personas que no son ustedes, y que, si no son capaces de cambiarlo, probablemente les toque vivir en un mundo que no les gusta, repito, como le ha pasado ya a otras generaciones, como pasó en mis tiempos.