Se recibe con esperanza la convocatoria a la “Marcha de las Antorchas” el próximo viernes 6 de septiembre en Tegucigalpa. Se origina con motivos específicos: apoyo a la extradición y a la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), los que deberán mantenerse sin declinar en intereses personales.
Clara en la memoria el cuestionado periodista sobre la cabina de un pick-up, en una de las últimas de aquellas marchas patrióticas, procurando una notoriedad inmerecida como paladín de la democracia. Coincidió con el declive del movimiento de las antorchas en su primera etapa, que marcara un antes y un después en la lucha por las libertades públicas. Ni logró el respeto buscado y si contribuyó a la decadencia coyuntural del añorado movimiento.
En esta segunda etapa de la “Marcha de las Antorchas”, debemos cuidar que su naturaleza de defensora de los intereses patrios no sea distorsionada y se mantenga como faro ciudadano en la lucha por la libertad y la justicia y ante la seguridad y la institucionalidad amenazadas. La acción concreta que persigue la ciudadanía con su desplazamiento, es que las autoridades reviertan la orden desafortunada de denunciar el tratado de extradición con los Estados Unidos.
Lo necesitamos, nos protege en alguna medida del crimen organizado y de la corrupción. Su eliminación se convierte en acicate a la actividad delictiva que de por sí ya es gravísima en nuestro país. Seguimos soñando con una CICIH, porque no queda de otra. Con toda la capacidad instalada disponible en los órganos jurisdiccionales, no necesitaríamos que extranjeros vinieran a supervisarnos en la persecución del delito y la impartición de justicia. La colusión con la delincuencia, obligan a buscar ayuda afuera para librarnos del mal del narcotráfico como del de la corrupción.
Cada día que pasa demuestra la inexistencia de argumentos válidos para eliminar la extradición. Responde a miedos recónditos, por los que no tiene que pagar la ciudadanía decente. Exigimos se retome el tratado de extradición y exigimos la CICIH.
