La Casa Morazán alojó a la numerosa concurrencia que asistió a la conferencia impartida por el colega, Dr. Mario José Molina Castillo, invitado a Honduras gracias a las gestiones de la representación diplomática en Tegucigalpa de la hermana República de Panamá. A él le deseamos una grata estadía entre nosotros.
El Dr. Molina Castillo ha investigado y divulgado al prócer y mártir, su exilio en David y sus escritos políticos. Entre sus publicaciones se incluye “Francisco Morazán en la transición política de Centroamérica y Chiriquí: 1821-1842” (Revista Universidad, IV época, no. 51, enero-marzo 1994), ensayo que merece ser reimpreso para su análisis por nosotros. Otros intelectuales panameños que han escrito acerca de Morazán son: Alberto Osorio Osorio, con su libro “Chiriquí en su historia (1502-1903)”, Tomo II; Armando Aizpurúa con su artículo “El General Francisco Morazán en David” (Lotería, volumen IV, no. 44, julio 1959) y el exembajador panameño en Honduras, Víctor Chanson con “Nuestra deuda con el General Francisco Morazán” (Lotería, volumen III, no. 90, mayo 1963). Diversos escritores han abordado la vida, obra y legado del más grande hombre público centroamericano, desde Liberato Moncada, “condiscípulo, amigo y ministro en el gobierno de Honduras”, Ramón Rosa, Eduardo Martínez López, Ángel Zúniga Huete, Ramón Amaya Amador, Medardo Mejía, Néstor Enrique Alvarado, Rafael Leiva Vivas, Ramón Oquelí, Miguel Cálix Suazo, Longino Becerra, Julio Escoto, Mario R. Argueta, Ethel García Buchard, Adalberto Santana, hasta la historiadora francesa Catherine Lacaze con “Francisco Morazán: ¿el Bolívar de América Central?” (Editorial UNAH, 2022). Poetas, pintores, escultores, cineastas, dramaturgos han plasmado en verso, lienzo, bustos y estatuas, películas, teatro, al benemérito patriota, estadista, guerrero, escritor.
Su trayectoria y valoración ha sido atacada y minimizada, entre otros por Clemente Marroquín Rojas y Ralph Lee Woodward, cuyas acusaciones fueron refutadas por Miguel R. Ortega, Filánder Díaz Chávez, José Cordero Croceri, Carlos Meléndez Chaverri, entre otros. Lo importante es el hecho que la bibliografía morazánica continúa creciendo, prueba irrefutable de su permanente vigencia histórica y política.
En hermosa prosa, nuestro polígrafo Rafael Heliodoro Valle concluyó así: “La gran utopía morazánica ilumina, con su sola evocación, a los corazones magníficos. Ha de volver Morazán, vencedor para siempre, más hermoso que el mármol y más invencible que el bronce, y los hombres dirán en su homenaje que hace más de un siglo, en el silencio de las montañas de Honduras, un día nació la luz”.
El historiador y diplomático mexicano Luis Chávez Orozco lo calificó de “héroe continental”, en tanto que el politólogo Ernesto Seman afirma: “Una región que tuvo en la figura de Francisco Morazán a uno de los primeros constructores del Estado liberal moderno en las Américas”.