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Ambas Cámaras de diputados están actuando ilegalmente, aunque una de ellas está reconocida por la Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentralización, que ipso facto la juramentó sin llevar a cabo el debido proceso de elección; todas las acciones efectuadas estaban en colusión evidente.

La escisión hecha al Congreso Nacional estaba amparada por un total de 84 votos conseguidos ¿bajo qué tratos y contratos?, pero avalando a los disidentes de las filas del partido Libre, aunque su actuación no es legal porque aún no fueron inscritos en el Diario Oficial La Gaceta, por lo que su investidura no cumple con la ley.

El otro grupo, que había pactado con el coordinador del Partido Salvador de Honduras y que le había ofrecido dicho puesto a un miembro que representase a esa institución política, no tenía el voto de confianza de los demás parlamentarios, fue juramentado por un miembro de la Cámara siendo ilegal y siendo desconocido por la Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentralización, pero sí fue inscrito en el Diario Oficial La Gaceta.

Ambas Cámaras están sesionando, ambas dicen que son legales, ambas dicen que representan al pueblo, ambas desean emitir leyes a favor del pueblo, ambas dicen que apoyan al Ejecutivo, pero... siempre habrá peros.

La ciudadana Presidenta de la República no tiene la facultad de postular a dicho cargo a ningún miembro electo por el voto popular para que llegue a convertirse en diputado, es el pueblo quien los elige para que lo represente. Es en la Cámara donde se lleva a cabo la elección del presidente del Congreso Nacional y su junta directiva, siempre que se tenga más de 65 votos extraídos de las otras bancadas, lo que implica que hay que hacer negociaciones bajo la mesa y prometer que se devolverá el favor a aquellos que dieron el voto de confianza, sea en forma de regalías millonarias, dispensas, colocarlos en comisiones o favoreciendo a familiares o amigos en puestos onerosos dentro del engranaje gubernamental.

El pugilato está en su segundo round y nadie desea ceder a pesar de que se está violentando la voluntad del pueblo; las aspiraciones que teníamos han sido echadas al trasto de la basura por individuos inescrupulosos, ávidos de poder, ya que esta legislatura estará cargada de mucho poder. Se van a elegir a los miembros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General y el Fiscal Adjunto, piezas claves para los favores que se desean obtener, como dejar sin evidencia delitos de malversación de caudales o borrar expediente por el narcotráfico realizado porque hay diputados coludidos o que supuestamente son cabecillas de carteles. Se manejará un presupuesto multimillonario durante 4 años consecutivos; algunos que hoy son de la clase media baja o media alta, al final del periodo serán millonarios por las canonjías que obtendrán de los grupos fácticos. Será la plataforma para lanzarse a conseguir la presidencia de la República; la propaganda le saldrá gratis, ningún centavo saldrá del bolsillo del candidato, todo saldrá del presupuesto del Congreso Nacional. Debido a que siempre abusan del poder, podrán legislar para blindar sus fechorías, y en último caso serán designados a una curul al Parlacen. De esto se trata el asunto, no son los problemas de Honduras los que desean solucionar.

Siempre tendrán un contrapeso bastante fuerte que es la bancada del Partido Nacional, ellos, que se corrompieron hasta la saciedad, no votarán por la disolución de la ley de las ZEDE ni del Código Penal de la Impunidad, no desean que la Cicih venga a Honduras, y si se instaura, que llegue amarrada de manos y pies; saben que tienen cuentas que pagar o pecados que descubrir.