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India en movimiento

Los titulares recientemente hicieron circular que Gautam Adani se ha convertido en la tercera persona más rica del mundo, según el Índice Bloomberg.

Esta es la primera vez que un milmillonario de Asia está entre los “tres primeros”, por delante de celebridades como Warren Buffet y Bill Gates y solo detrás de Jeff Bezos y Elon Musk.

El empresario indio, que creció en circunstancias normales con siete hermanos, ha construido una cartera de actividades comerciales diversificadas. El Grupo Adani se centra en la infraestructura y la energía. Por lo tanto, representa una nueva India que se está convirtiendo cada vez más en un Estado clave en el orden global del siglo XXI.

India, efectivamente la democracia más grande del mundo, reemplazará a la República Popular China como el país más poblado entre 2022 y 2023. El gigante del sur de Asia cuenta ya con 1,400 millones de habitantes. Económicamente, el país también está en movimiento, según el cálculo nominal o ajustado por poder adquisitivo del producto interno bruto, el país ya es la tercera o quinta economía más grande del mundo. El crecimiento económico anual es fuerte, en 2050 India podría ser el “número 2” económico después de China y por delante de EUA. Sin embargo, también existen obstáculos como el alto desempleo y la inflación, que resultan del desafío de incorporar al mercado laboral a tantas personas cada año como viven en toda Honduras.

La creciente importancia estratégica y militar del país resulta de la importancia derivada demográfica y económicamente. En el análisis de los instrumentos de poder de un país, estos elementos son típicamente parte del “poder duro”. India ha tenido armas nucleares desde 1974 y tiene las segundas fuerzas armadas regulares más numerosas del mundo. El país está dominando cada vez más su nuevo papel como actor comprometido en Asia y el mundo, por ejemplo, en el acto de equilibrio de las alianzas. India fue cofundadora de los estados “BRICS” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en 2001, y desde 2007 el país forma parte del “Diálogo de Seguridad Cuadrilateral” junto con EUA, Japón y Australia.

En Asia, pero también con vistas a la política rusa de la India, es evidente que la India sigue su propio camino y quiere ser percibida como un actor independiente. Esto explica la gran cantidad de alianzas internacionales, algunas de las cuales parecen contradictorias, pero tienen antecedentes históricos. India ya era un Estado clave en el Movimiento de Países No Alineados durante la Guerra Fría. Esta es una de las razones más recientes por las que India también tiene un poder blando significativo. Según el politólogo estadounidense Joseph S. Nye, el “poder blando” describe el “poder de atracción” de un Estado en contraste con los medios militares o económicos de poder. Esto puede derivarse de los logros culturales pero también de la diplomacia exitosa y la cooperación internacional.

India es un “campeón del poder blando”, está constantemente expandiendo su red de misiones diplomáticas y puede presentar una imagen positiva a nivel internacional, particularmente a través de aspectos descentralizados como la cultura del yoga, la meditación o sus logros culinarios. Sin embargo, esto no debe ocultar el hecho de que India, como jugador de “poder duro”, reclamará su lugar en la mesa en las próximas décadas. Especialmente para la comunidad occidental de Estados, la India debe aprovecharse como un socio fuerte pero también inevitable.