La esencia del poder reside en la población, el pueblo tiene la potestad de elegir quien desea que le represente y quien no, esa es la columna vertebral de la “democracia representativa”, esa transacción de delegación de poder que los hondureños conferimos manifestando nuestra voluntad, la efectuamos a través de las reglas de un Estado soberano y democrático, donde la voluntad de las mayorías tiene una fuerza hegemónica.
Las reglas de este proceso de transacción claramente están consagradas en la Constitución de la República y sus leyes, dentro de este ecosistema electoral se encuentran el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal de Justicia Electoral, hay otra entidad que juega un rol fundamental, el Registro Nacional de las Personas, asimismo las Fuerzas Armadas de Honduras, que tienen un rol bastante expreso, fundamentalmente en la custodia y transporte del material electoral, esta institucionalidad electoral, es la responsable de establecer las reglas del juego para llevar el proceso ordenado y sobre todo democrático, que pueda transparentar y garantizar que la voluntad soberana manifestada en las urnas sea la que el CNE refleje en su declaratoria oficial.
Todo lo anterior, es el deber ser, lo que esperamos que suceda, a pesar de contar con la institucionalidad electoral más grande América Latina, tenemos desafíos considerables, producto de los conflictos de intereses detrás del poder, durante ese proceso de transacción del voto hacía los resultados oficiales suceden muchas cosas, una de ellas, es el intento de sabotaje de los partidos políticos por tener el control completo de los resultados, ya que, como sabemos los partidos políticos controlan las instancias antes mencionadas.
Por ello, es importante el involucramiento del mismo pueblo, ejercer la democracia participativa y representativa no data únicamente de ir a ejercer el sufragio cada cuatro años, debe haber voto masivo, denuncia y seguimiento, una participación exhaustiva en todas las etapas del proceso electoral, en Honduras, han hecho lo que han querido, reelección ilegal, perdida de material electoral, caídas del sistema de transmisión de datos, esos errores se seguirán repitiendo si el sistema electoral es controlado totalmente por los partidos políticos.