Columnistas

¡Muchas gracias a El Salvador!

Ciertamente, la brillante iniciativa de los siete alcaldes municipales de la República de Honduras de solicitar al presidente de la República de El Salvador la donación de un lote suficiente de vacunas contra el covid-19, para inmunizar debidamente a las poblaciones frágiles, susceptibles y de mayor exposición de sus jurisdicciones territoriales, es loable y de alto contenido de sensibilidad humana.

Pero, el mayor impacto de júbilo lo ha causado la respuesta positiva del presidente constitucional de la República de El Salvador, Nayib Armando Bukele Ortez, abriendo los brazos de la solidaridad para estos peticionarios y al pueblo hondureño.

Para el pueblo hondureño y la comunidad internacional han sido obvios los distintos escenarios de la mala e incompetente administración del Estado de Honduras por Juan Orlando Hernández (JOH), quien en sus dos períodos de gobierno centró sus esfuerzos al fortalecimiento y establecimiento de un narcoestado, alimentando la corrupción y la impunidad, fracturando la institucionalidad y practicando en todos los niveles el latrocinio de las riquezas del Estado.

El gobernante y sus colaboradores han caminado en la adulación, sin ver maldad alguna en sus actos, sin reparar en el abuso o en la injusticia antes bien la aplauden, sus actos han sido solamente de perversidad y fraude, abandonaron la sensatez y de hacer el bien, meditan maldad en sus habitaciones y siempre han andado en camino no bueno condenando la moral, la justicia y el temor a Dios.

Hoy Honduras está a la deriva sin piloto y sin rumbo, en bancarrota, en ruina financiera y moral, sin muchas opciones para adquirir las vacunas contra el covid-19.

Justamente dos semanas atrás y por este mismo periódico, fue publicado: “Carta a los gobiernos del mundo”, artículo puente de invitación a las naciones para que ayuden a rescatar al pueblo de Honduras de la garras de la corrupción y la impunidad, la cual le ha robado el presente y el futuro a nuestra niñez y juventud, ha ensanchado la insultante pobreza rural y urbana, la gente muere por covid-19 y de hambre, el desempleo y la falta de ingresos generan las migraciones.

En este mismo artículo se invita particularmente al gobierno de EUA ejecutar una intervención humanitaria en Honduras para salvar vidas humanas, restablecer la vida institucional y el Estado de derecho, rescatar la moribunda democracia, vigorizar nuestros sistemas de salud, educación y productivos. La invitación continúa allí.

Bienvenidas a Honduras las vacunas donadas por el pueblo y gobierno de El Salvador, en la espera que las autoridades de salud de ambos países hagan los esfuerzos necesarios y requeridos por las normas internacionales de bioseguridad y específicamente en el manejo de estos valiosos biológicos hasta su debida aplicación en la población meta.

En nombre del pueblo hondureño MUCHAS GRACIAS SALVADOREÑOS por tan importante donativo. Queda planteado.