Con la aplicación de las medidas de ajuste económico en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) y los tratados de libre comercio firmados con los Estados Unidos, la situación de los trabajadores empeoró: no solo se redujeron los empleos, también afectó los ingresos y en general las condiciones de vida de los trabajadores se deterioró. Bajo la idea que las economías de los países tienen que ser competitivas, en muchos casos se congelaron los salarios y las negociaciones colectivas entre los sindicatos y las empresas se tornó cada vez más difícil. Muchos sindicatos, al no poder reivindicar los derechos de los trabajadores, fueron desapareciendo.
Una manera de reducir costos de producción y de esa manera obtener mayores ganancias es reduciendo salarios; en este caso hay muchas modalidades, una modalidad es la tercerización de las labores, que son habituales en la empresa y que consiste en la contratación de terceros para la producción de bienes o la prestación de servicios, de tal manera que una empresa grande contrata a pequeñas empresas que le suplen de mano de obra barata. Con esta práctica, las empresas tienen la ventaja de reducir costos al pagar menos salarios en relación con los trabajadores permanentes y de planta. Esta modalidad se hace con contratistas independientes y la empresa queda liberada de pagar salarios fijos y otros derechos como seguro, prestaciones y vacaciones.
Los trabajadores de la Cervecería Hondureña han denunciado que en la empresa existen unos 1,500 trabajadores que están laborando bajo esta modalidad y cada vez que queda una plaza libre se somete a ese sistema, lo cual implica que la empresa en algún momento trabajará con un número muy reducido de trabajadores permanentes. En esta situación, la propia organización sindical puede ir desapareciendo y con ello la liberación de la empresa de compromisos contractuales.
Los trabajadores de la transnacional cervecera también están exigiendo acuerdos sustanciales en torno a las cláusulas económicas. Si consideramos que la actual negociación con la patronal lleva más de cuatro años, es de suponer que en ese tiempo los trabajadores no han recibido, como corresponde, aumento salarial, ni por costo de vida, ni por años de servicio, lo cual implica una reducción de sus ingresos y con ello un empeoramiento de sus condiciones de vida, en momentos cuando la inflación ha sido constante y en consecuencia la capacidad adquisitiva del salario se reduce ostensiblemente.
En el pasado, aunque siempre en lucha, esta empresa tenía una relación con sus trabajadores más apegada a la legislación laboral y parecía más abierta a las negociaciones con sus trabajadores, con el tiempo y como resultado de los cambios administrativos y en las transformaciones que ha venido sufriendo la empresa, pareciera que han ido endureciendo su política laboral y salarial, lo cual, con el tiempo, no será beneficioso ni para los trabajadores ni para la empresa. Por lo que, en aras de la armonía obrero patronal, consigna que en el pasado los empresarios recomendaban, deben negociar y resolver.