Cuando las autoridades de una ciudad deciden nombrar un bulevar en honor a una persona, deben evaluar cuidadosamente su trayectoria moral y ética, así como el impacto de su legado en la sociedad. Es esencial considerar la trascendencia generacional y el significado cultural que esta persona aporta a la ciudad. Renombrar un bulevar implica reivindicar una nueva voz para resaltar la decencia, el bien común y promover valores fundamentales como la honestidad, la educación, la ciencia, la democracia y el progreso de la ciudad.
En el caso de Choluteca, la decisión de nombrar bulevares en honor a Juan Orlando Hernández y Mauricio Oliva Herrera fue, desde el principio, desacertada. Ambos, en sus roles como presidentes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, respectivamente, no fueron ejemplos positivos ni para la sociedad hondureña ni para la comunidad internacional. Sus mandatos contribuyeron a la creación de un narcoestado y a la instauración de una corrupción sistémica. Además, conspiraron para expulsar la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), un organismo anticorrupción de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Es de dominio público que Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, fue juzgado y condenado por narcotráfico a 45 años de prisión por la justicia de Estados Unidos de América. En cuanto a Mauricio Oliva Herrera, expresidente del Congreso Nacional, fue imputado e investigado por la MACCIH, junto con 60 diputados, por el desvío de fondos públicos. Para detener el juicio penal, aprovechó su posición, facilitando la aprobación de un decreto que blinda a los diputados y funcionarios que ejecuten o hayan ejecutado recursos públicos de investigaciones penales. Además, el expresidente del parlamento fue señalado por el Wilson Center de Washington como el principal promotor de la corrupción en el Congreso Nacional. Se encuentra en lista de enjuiciamiento.
En este contexto, sugiero respetuosamente a las autoridades de Choluteca cambiar el nombre del bulevar “Mauricio Oliva” por otro, pasando a llamarse ‘‘Bulevar Espíritu Santo’’ en virtud de que la mayoría de la población de la ciudad de Choluteca y del departamento profesa el bendito temor y amor a Dios.
Por otro lado, el bulevar que anteriormente llevaba el nombre de Juan Orlando Hernández ha sido renombrado mediante el Decreto GPCH 007 del 15 de mayo de 2024, y ahora honra a José Cecilio del Valle. Quien nació en Choluteca el 22 de noviembre de 1777, redactó el acta de independencia de Centro América e impulsor del panamericanismo.
Sin duda, la sociedad hondureña, especialmente la del departamento y ciudad de Choluteca, se siente complacida con este y futuro cambio. Indefectiblemente, estos renombramientos contribuyen a erradicar la corrupción y evita la idolatría de personas que ejercen lo ilícito.
Finalmente, traigamos a memoria las frases del sabio Valle: “Yo no conozco el crimen; soy hombre de bien: respeto la virtud”. Queda planteado.
