Las tecnologías y la interacción con y en el mundo digital son parte de la cotidianidad de muchas personas y están transformando el mundo que nos rodea. Las formas en que trabajamos, estudiamos, accedemos a los servicios e interactuamos se ven impactadas. Sin embargo, aún en el mundo hay 2.9 mil millones de personas sin acceso a internet; y en Honduras, solo cuatro de cada diez personas acceden a internet desde su móvil. Si miramos con detenimiento, las mujeres enfrentan mayores desigualdades con respecto a los hombres para acceder a información, educación y conocimientos sobre las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Una brecha que se agudiza más si analizamos otros factores de la interseccionalidad, como la zona geográfica, la edad, la educación o los recursos económicos.
Según un estudio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la agencia especializada de las Naciones Unidas en tecnologías de la comunicación e información, un 48% de las mujeres usan internet frente a un 55% de los hombres. En Honduras, según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) del 2021, la brecha digital representa una de las más altas de la región centroamericana, sumado a un país que enfrenta una multicrisis que impacta de forma diferenciada en las realidades de las mujeres debido a las desigualdades de género. Por lo tanto, es necesario aportar para construir espacios, iniciativas y procesos facilitadores que busquen cerrar las brechas digitales en todas sus dimensiones.
El empoderamiento de mujeres y niñas a través de las TIC beneficia a la familia, la comunidad y la economía nacional. La eliminación de estas diferencias significa no sólo garantizar el ejercicio y goce de derechos, sino que está directamente relacionada con el aumento de la productividad económica a través de la creación de empresas, venta de productos en nuevos mercados, empleos mejor remunerados y acceso a la educación, así como a los servicios financieros y de salud; evitando que se perpetúen las brechas de género y cuidando logros alcanzados a favor de la igualdad.
Como Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), queremos impactar en el ecosistema digital en Honduras desde una perspectiva incluyente y sostenible. Deseamos que nuestras acciones, como el desarrollo de habilidades digitales en comercio en línea con énfasis en mujeres y jóvenes que realizamos de la mano con la Secretaría de Desarrollo Económico, o la implementación de un programa de asistencia social a personas trabajadoras independientes afectadas por las restricciones causadas por el covid-19 con mecanismos digitales de transferencias monetarias, donde el 59% de las personas apoyadas fueron mujeres, puedan replicarse desde otros espacios y con otros actores, conectando iniciativas.
Fortalecer la institucionalidad desde una perspectiva de género es necesario para activar y dar sostenibilidad y liderazgo a procesos a favor de la inclusión y que consideren a la innovación y la transformación digital como procesos habilitadores de desarrollo. Por eso es significativo que entidades gubernamentales, como la Secretaría de la Presidencia, la Secretaría de Finanzas, el Instituto Nacional de Estadísticas y la Secretaría de la Mujer, hayan adoptado el uso de la metodología del Sello de Género del PNUD a fin de generar destrezas técnicas para ejecutar, diseñar y monitorear sus intervenciones a favor de las mujeres.
En el Día Internacional de la Mujer, que se celebró este 8 de marzo, que este año se enfoca en la importancia de la inclusión y liderazgo de las mujeres en el mundo digital, debemos trabajar por fomentar una transformación digital centrada en las personas, especialmente a favor de ellas, con miras a construir sociedades más abiertas, transparentes y accesibles.