En las redes sociales se establece una definición, a mi juicio acertada, de lo que es el eurocentrismo. El eurocentrismo es una cosmovisión que coloca a Europa como centro de todo, es un conjunto de teorías que defendían y siguen defendiendo un papel de liderazgo de Europa en el mundo. El eurocentrismo ha sido considerado por sus críticos como un prejuicio cognitivo y cultural, que no valora otras experiencias históricas.
Para los eurocentristas la historia es lineal, o no es historia. Las experiencias fuera del ámbito de Europa son formaciones incompletas o deformadas. De esa manera, se fue construyendo una narrativa en la cual Europa y sus principales descendientes, en cualquier parte del mundo─incluyendo Estados Unidos, representa la civilización y el resto, la barbarie. Claro, no se cuenta o trata de ignorarse que Europa es la responsable de haber iniciado dos guerras mundiales y de haber mantenido el sistema colonial durante siglos en varias porciones del globo terráqueo.
Valencia es una comunidad autónoma de España. Es la octava región más grande, su población es de unos 5 millones de habitantes, lo que la convierte en la cuarta comunidad más poblada del país. En algunas comunidades de Valencia ocurrió lo que los españoles llaman DANA, para referirse a un fenómeno meteorológico de baja presión o depresión en los niveles altos de la atmósfera. El término DANA sirve de homenaje al meteorólogo Francisco García Dana, fallecido en 1984.
Mas allá de las definiciones, lo que ocurrió en esta parte de España, que ha provocado la muerte hasta ahora de más de 217 personas y varios desaparecidos; lo que llama la atención es la respuesta de las autoridades centrales y locales ante un fenómeno que, si bien es cierto no se podía evitar, se podía disminuir los daños catastróficos que ocasionó sobre todo en la cantidad de muertes. Esto nos recordó la respuesta que dan las autoridades de fenómenos similares en algunos países pobres de América Latina, donde los fenómenos naturales se desarrollan sin el menor cuidado de las autoridades en prevención como en la atención a las víctimas, muchas de las cuales tienen que resolver sus problemas “bajo el amparo de la Divina Providencia”.
Discusiones del jefe de gobierno de la Comunidad Valenciana, militante del Partido Popular, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno Español por el Partido Socialista, han ocupado el tiempo. Con mucha razón, cuando el rey de España y Sánchez visitaron a los damnificados, la respuesta de una comunidad indignada no se hizo esperar, fueron atacados con todo tipo de objetos que se encontraban en las calles de las comunidades. Ha sido la mayor reprimenda y humillación que probablemente ha recibido Felipe VI, rey de España y el presidente de esa nación. Por su parte la Unión Europea, hasta el día de hoy, no ha dado a conocer pero ni un pronunciamiento de solidaridad con uno de sus más activos socios, están más interesados en la guerra en Ucrania, a la que le han transferido más de 43 mil millones de euros, que en la atención a los damnificados.
La Europa milenaria está más preparada para la guerra que para la paz.
