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Valor del propósito: año nuevo, metas nuevas

Comenzar algo siempre nos llena de entusiasmo. En realidad poner “la primera piedra” de un edificio es relativamente sencillo. Pero poner “la última piedra” no es tan fácil. Poner la última piedra es la culminación que nos brinda paz y una conciencia serena. Emprender pero nunca terminar acaba desanimándonos y llevando al conformismo.

Para ayudarnos a poner las últimas piedras, en Valmoral estamos proponiendo el valor del propósito. Tener propósito es tener una idea clara, comenzar con visión de lo que queremos lograr. Es concentrarse en las metas, haciendo una cosa a la vez sin dispersar las energías.

Es muy importante que tengamos el fin en mente para que seamos nosotros los que decidamos en qué invertir nuestras energías. Muchas personas permiten que las circunstancias modelen quiénes son y sus resultados. Sin embargo, quienes tiene un propósito dan forma a su propio futuro; mentalmente planean y luego crean sus resultados positivos. Lo que tienen en sus mentes da forma a su futuro. Muchas veces el gran obstáculo que nos encontramos para vivir el valor del propósito es la pereza o el miedo a que el esfuerzo que involucra luchar por nuestras metas no tenga fruto.

El saber trazarse metas que sean significativas es una habilidad en la que todos debemos trabajar. Un primer paso es descubrirse a uno mismo y conocer cuáles son nuestros talentos naturales. Una vez teniendo esto en mente debemos preguntarnos cómo podemos aplicar nuestras habilidades estrellas a los diversos roles que tenemos en la sociedad. Si sabemos cuál es nuestra mejor aptitud y la manera en que con ella podemos darnos y servir a los demás, estamos en un buen punto para redactar nuestra misión personal. Este es un documento poderoso que expresa el sentido personal de propósito y significado en la vida. Actúa como una constitución, por medio de la cual evaluaremos nuestras decisiones y elegiremos conductas.

Es importante establecer metas de valor que contengan la esencia de lo que somos y de lo queremos llegar a ser. Debemos establecer nuestras metas por escrito y que sean específicas, medibles y realizables. Así mismo elaborar un plan con acciones, secuencias y prioridades; recursos, fechas y elementos de medición. Esto nos permitirá monitorear permanentemente si lo que hacemos nos está acercando o alejando de nuestras metas. Si deseamos que nuestras metas sean más fuertes aún debemos crear equipos de soporte que nos apoyen a realizar nuestras tus metas.

Todos estos elementos lograrán que el compromiso por lograrlas sea real. Y recuerda: “La gente no planea fallar, la gente falla al planear”.