El presidente Juan Orlando Hernández ha anunciado que el contrato de la Empresa Energía Honduras (EEH) para la operación del sistema de distribución de la energía eléctrica
será revisado.
“La conclusión es clara, técnicamente EEH ha incumplido y no podemos quedarnos de brazos cruzados viendo cómo se abusa del pueblo, es inminente una disposición legal de parte del Estado, hemos querido hacerlo con todo detalle, bien argumentado para evitar demandas posteriores”, escribió
el gobernante.
Y así debe de ser.
El Estado hondureño está obligado a garantizar la seguridad jurídica y las inversiones en el país, ha dejar de lado las emociones y motivaciones políticas al momento de actuar en temas tan delicados como el que nos ocupa.
La revisión del contrato de EEH es parte del plan de reforma del sector eléctrico, el que está a cargo del coordinador del Gabinete Económico, Marlon Tábora, quien también ha manifestado que esta empresa no ha dado los resultados esperados.
El mismo contrato ya establece los criterios técnicos y legales que se deben tener en cuenta al momento de la revisión del mismo y se debe actuar en consonancia, claro está, teniendo siempre sobre la mesa los reclamos de la población, que sigue quejándose de un servicio intermitente, por no decir malo, así como las evaluaciones de la empresa, que ha incumplido en temas sensibles como la inversión y la reducción de pérdidas.
La ciudadanía espera que todas las acciones que deban tomarse para enderezar el sector eléctrico se comiencen a adoptar de inmediato. No es justo que se siga pretendiendo resolver los problemas de la estatal eléctrica vía incrementos tarifarios que golpean groseramente la economía de las familias hondureñas, las inversiones de los empresarios nacionales y extranjeros, y generan más desempleo.