Con ese lema, la Teletón nos recuerda que hace tres décadas y cinco años fue fundada por un empresario humanitario, José Rafael Ferrari, acompañado por un equipo de personas que compartieron su visión de proyección social.
Gracias a ellos, miles de personas de ambos sexos con discapacidades han podido beneficiarse, de forma gratuita, con los servicios que ofrece: médicos, terapéuticos, psicológicos, sociales, educativos, logrando de manera integral su plena rehabilitación, autoestima y calidad de vida.
Durante este 9 y 10 de diciembre, hondureñas y hondureños de diversa condición socioeconómica contribuirán, de múltiples maneras, a título individual e institucional, para el éxito de esta noble causa, sea contribuyendo con pequeñas o grandes cantidades monetarias, con la prestación de servicios de manera voluntaria, con publicidad; cierto es que solamente el esfuerzo colectivo permite, aun en circunstancias de crisis, el recaudar fondos adecuados para el mantenimiento y expansión de la Teletón, que hoy cuenta con seis centros en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Santa Rosa de Copán, Choluteca, Catacamas, La Esperanza, más tres Unidades Comunitarias de Rehabilitación en Choloma, Santa Bárbara y Coyoles Central.
Dos noches de alegría con espectáculos musicales animados por artistas nacionales y extranjeros, embajadores culturales que con su arte deleitan y envían mensajes solidarios recordándonos que es gracias a la unidad de voluntades y propósitos que se alcanzan metas aparentemente imposibles de hacer realidad.
Gradualmente se irán fundando más centros en otras poblaciones de la patria a efecto de alcanzar cobertura a nivel nacional, evitando así que las personas que requieren rehabilitación deban desplazarse hacia ciudades distintas a las de su residencia habitual.
Así que todos a apoyar este esfuerzo anual que toca los corazones y voluntades de todos nosotros, cada uno diciendo presente, sin que nadie quede al margen de esta movilización colectiva.