Al igual que la Biósfera del Río Plátano, el Parque Nacional Pico Bonito, ubicado geográficamente en el departamento de Atlántida, en la zona norte de Honduras, ya no es más uno de los principales pulmones del país.
La construcción de viviendas está acabando con su ecosistema. Las casas ya no solo están en la zona de amortiguamiento, sino que llegaron al corazón de esta área protegida, la zona núcleo, han constatado los miembros del Segundo Batallón de Protección Medioambiental, inaugurado por el Gobierno central en el municipio de San Francisco, Atlántida.
Según informes de las actividades de esta unidad militar, en recientes operaciones en la zona constataron los graves daños en la reserva natural, a tal grado que en la zona núcleo, donde se ubica el Refugio de Vida Silvestre Texíguat, encontraron un asentamiento humano que ha hecho del bosque su hacienda personal, se lee en una nota publicada en la versión digital de Diario EL HERALDO.
El mismo informe señala que en el sitio encontraron una carretera ilegal que conduce desde el municipio de Yoro hasta la zona núcleo de Texíguat, con una extensión aproximada de siete kilómetros y dos estructuras artesanales para la extracción de pasta base de coca. En la inhóspita zona hallaron, incluso, fogones y camas muy cómodas.
La información puede que no sorprenda a muchos, pues es de todos conocido que con el paso del tiempo las diferentes administraciones estatales se han hecho de la vista gorda y permitido, tal como ha sucedido en la Biósfera del Río Plátano, la destrucción de las reservas naturales, de los bosques y las fuentes de agua del país.
Hoy es esencial que los programas del Estado para frenar la destrucción de nuestros recursos sean apoyados por toda la sociedad.