Los vacacionistas de la Semana Santa comienzan a retornar hoy a sus hogares y este es, seguro, un buen momento para la reflexión, para valorar la vida propia, la de su familia y sus amistades; las de sus compañeros de trabajo, sus compañeros de estudio, en fin, de todas aquellas personas con las que a diario convive.
Esperando que este tiempo de esparcimiento haya inyectado nuevos ánimos y nuevos propósitos, principalmente el de ser una persona mejor de la que se fue, porque, según los especialistas, las vacaciones en estos tiempos modernos deben servir para eso, para replantearse la vida, la manera de comunicarse con sus semejantes y definir metas que ayuden a ser esa mejor persona que anhela.
Por eso, al retomar el camino de regreso a casa no dude en observar puntualmente el respeto a las leyes de tránsito y a las recomendaciones de cada uno de los miembros de los cuerpos de socorro que se encuentre a lo largo de su camino. Eso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
No se desespere, tome todas las medidas de prevención necesarias para asegurar y proteger la vida de los suyos y de quienes circulan por los ejes carreteros. No olvide que la ciudad, la aldea, la comunidad a la que usted va, no se mueve.
En el caso de Tegucigalpa, estará allí, esperándole, con sus calles estrechas y sus tráficos intensos, los conductores de buses, taxis y rapiditos malhumorados, la irresponsabilidad manifiesta de los conductores de motocicletas, los precios de los combustibles y de los productos de la canasta básica al alza.
Los políticos continuarán con su agenda de intereses personales y de grupo, muy poco pensando si con su actuar benefician o dañan al ciudadano de a pie. En la agenda de temas de debate estará si se revisa o no el contrato de concesión de la EEH y el anuncio de despedidos masivos en Salud y Educación.
La vida continuará su ritmo normal. Honduras no ha cambiado desde que usted se fue de vacaciones, pero sí demanda que cada uno de sus hijos e hijas continúe apostando a su desarrollo desde los espacios en que se desempeñan a diario. ¡Feliz retorno!