El cáncer de mama es una de las enfermedades más prevalentes y devastadoras que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, y Honduras no es la excepción. Las cifras de la incidencia de la enfermedad en la población femenina son dramáticas y desalentadoras.
Para el caso, la Fundación Hondureña para el Cáncer de Mama (FUNHOCAM) ha revelado que cada semana diagnostica entre tres a cinco casos de la enfermedad, y que de acuerdo con sus registros en este año, 2024, el número de casos aumentó en un 45% respecto al año anterior.
Con base en las cifras disponibles, el de mama es el cáncer que más afecta a las mujeres hondureñas, por sobre el cáncer de cérvix, que está en segundo lugar, y el de tiroides, en tercero.
El cáncer de mama es una enfermedad que no discrimina, ya que puede afectar a mujeres de todas las edades, razas y niveles económicos.
Por los altos costos del tratamiento , en su mayoría estos casos son tratados en el sistema sanitario público, que generalmente carece de los insumos y los medicamentos necesarios y suficientes para dar a las pacientes un tratamiento de calidad.
Es aquí donde resalta el trabajo de instituciones privadas como la FUNHOCAM, que juegan un rol importante en la prevención y detección temprana de la enfermedad, con campañas permanentes de educación, prevención y acceso a servicios gratuitos de las mamografías, tan necesarias para la detección, la reducción de las tasas de mortalidad y los costos del tratamiento.
Es fundamental, entonces, que nuestro compromiso se extienda los 365 días del año, porque en la lucha contra el cáncer no podemos bajar los brazos ni un tan solo minuto; es una lucha que debemos dar y enfrentar unidos, alejados de cualquier tipo de motivaciones.