Es el llamado que una vez más desde EL HERALDO reiteramos a la población cuando estamos a tan solo horas de las celebraciones de las fiestas de Navidad en nuestro país. Recomendamos prudencia y precaución, principalmente con el uso y manipulación de la pólvora por parte de los niños y las niñas, alejándolos de los sitios donde se van a manipular estos objetos explosivos y de las cocinas, que por estas fechas es uno de los sitios del hogar de más riesgo para ellos.
No debemos olvidar que la situación se vuelve más crítica en los días de Navidad y Año Nuevo, fechas para las cuales, desgraciadamente, se eleva el número de personas quemadas, lesionadas y hasta mutiladas por pólvora.
Las investigaciones científicas también han concluido que el uso de estos artefactos explosivos causa diversos daños a los animales, no solo de compañía, sino también a los que se encuentran en granjas o recluidos en otros espacios, provocándoles desorientación, pánico, pérdida de audición, así como taquicardia, miedo, estrés y fobias, una razón más para ser precavidos con su uso.
Uno de los principales propósitos en estas fiestas debe ser el de cuidar la vida de todas las personas, pero principalmente la de los más pequeños del hogar, quienes por su edad no son conscientes de las consecuencias del mal manejo de estos artefactos.
Tenemos que asegurarnos de que ellos no sufrirán el dolor de crecer con las secuelas de estas explosiones.
El propósito de todos debe ser que nunca más ingresen a los hospitales públicos y privados personas con quemaduras o sus cuerpos mutilados por el mal uso de estos artefactos.
Nuestro deseo es que en estas fiestas se eviten los excesos y que no se olviden las recomendaciones de las autoridades y el personal sanitario sobre el cuidado y protección de nuestros niños y niñas.