El presidente Lobo pronunció su discurso en el Congreso Nacional en la inauguración de la tercera legislatura ante diferentes representantes nacionales y extranjeros.
En transmisión directa, con su ya característico lenguaje coloquial, además de hablar de leyes contra la libertad de expresión delineó algunos cambios en materia de política exterior.
Manifestó: “Que el sueño de Morazán y Bolívar se consoliden para lograr la unión de toda América”. Aparentemente esta unión pasa por Petrocaribe, porque aprovechó para anunciar el retorno de Honduras a esa iniciativa, la cual ha buscado insistentemente, entre otros acuerdos que hasta hoy solo han generado corrupción.
Declaró su compromiso con el SICA, el sistema de integración regional. Pero también reiteró su decisión de pertenecer a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que impulsa Venezuela con connotaciones de tipo ideológicas y en contraposición a la OEA.
Otra vez, recordó el reingreso de Honduras a la OEA. En ese organismo, el representante de Honduras preside una comisión, en una elección que fue respaldada por Argentina, mientras Honduras la apoyó en el tema de Las Malvinas, en un canje de apoyos desproporcionado de poco peso específico para nuestro país.
El TPS, para el cual el gobierno no realizó ninguna campaña, también fue presentado como un logro. Olvidó mencionar la salida de la Cuenta del Milenio, producto del índice de corrupción, y el retiro de los voluntarios del Cuerpo de Paz, por los niveles de inseguridad. Tampoco se refirió al apoyo a favor de Palestina, abandonando el histórico a Israel.
Finalmente, agregó que Honduras debe volver los ojos a Brasil, Rusia, India y China, y que “no debe sudar calenturas ajenas”. En el caso de Rusia, no existe ningún interés por parte de Honduras, en todo caso se trata de un vínculo emocional del presidente Lobo con la que fuera parte de la ex Unión Soviética.
Tampoco con China compartimos valores. Costa Rica, el único gobierno centroamericano que ha establecido relaciones diplomáticas con China, no ha obtenido los resultados esperados, a pesar de ser un país que cuenta con mejores condiciones que el resto de la región. En la actualidad, Rusia y China han sido apoyo internacional a la dictadura en Siria.
India es un país democrático, que a pesar de los problemas cuenta con una economía emergente con exitosas experiencias que podría compartir con nuestro país. Su ubicación geográfica permitiría tener presencia en esa región del mundo. Pero esto requeriría de una distribución apropiada del servicio exterior.
Brasil es el único país continental que forma parte de las economías emergentes conocidas como BRICS. Pero un estudio reciente de HSBC establece que de seguir las tendencias actuales, países como Perú y Colombia tendrían un gran éxito económico, también habría que ver hacia ellos.
Al presidente Lobo no le ha interesado diseñar una política exterior basada en el interés nacional, con su correspondiente proceso de toma de decisiones. El contexto internacional es más complejo que asistir a tomas de posesión, reunirse o no con el presidente de Irán o pronunciar el discurso del Presidente.