Aberrado. Porque en 2012 abusó sexualmente de su hija de 10 años aprovechando la ausencia de la madrastra de la pequeña, quien ese mismo año terminó huyendo de la casa y contó lo sucedido a familiares que lo denunciaron, y el jueves un tribunal de sentencia lo condenó a purgar 17 años de prisión en el centro penal sampedrano.