Con el debido respeto que nos caracteriza, cuando tenemos obligatoriamente que referirnos a determinada situación, en este caso es la información aparecida en el prestigioso diario EL HERALDO y respaldada por el Honorable Consejo superior de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
En la edición del sábado 28 de abril del presente año se destaca el siguiente titular: ORDENAN CIERRE DE UNIVERSIDADES CLANDESTINAS, en el caso particular de la Universidad Internacional para la Integración de América Latina (Unival) dando la impresión que está instalada físicamente en Honduras.
Quien haya proporcionado el chisme o libelo, permítanme aclararle que no tiene el mínimo conocimiento, ya sea por desprestigiar o hacer daño, ¿a quién?, a la Unival no; a los jóvenes estudiantes que no tienen capacidad económica para costear sus estudios universitarios presenciales ni en la UNAH muchos menos en las universidades privadas de nuestro país.
Si en algún tiempo los docentes universitarios de la Unival se habían trasladado a Honduras por algunas horas, fue para facilitarles las tutorías a los jóvenes menores de edad que no pueden viajar a Nicaragua, porque así lo establece el convenio CA-4, no permitiendo la salida ni la entrada al país a los estudiantes menores de 21 años, solamente utilizando el pasaporte. Señores miembros del consejo superior de la UNAH, los padres de familia nos preguntamos si al haber solicitado a los docentes nicaragüenses su presencia en el país para que nuestros hijos inviertan el tiempo estudiando los días domingo y que no se conviertan en futuros delincuentes, ¿estaríamos cometiendo un delito de lesa patria?
Por favor, les rogamos que sean consecuentes y comprensivos, solidarizándose con nuestra situación…
