Uno de los actos más trascendentales de la administración Lobo lo constituye, sin duda, el otorgamiento de títulos de propiedad a cinco grupos indígenas misquitos, lo que fortalece jurídicamente sus derechos ancestrales sobre alrededor de 970,000 hectáreas en el departamento de Gracias a Dios.
Con este instrumento legal, y a partir de ahora, nuestros compatriotas misquitos se convierten en propietarios tanto de los suelos, bosques, aguas, minerales existentes en la superficie y/o en el subsuelo.
Aquellas personas o empresas que deseen explotar estos recursos naturales deben entenderse directamente con sus propietarios de hecho y de derecho: las comunidades asentadas en los territorios designados como Finzmos, Truksinasta, Wamakliscinasta, Lainasta y Watiasta, en un área que abarca un 7.0% de la superficie total del territorio patrio.
Previamente, en agosto del 2012 los misquitos recibieron los títulos del territorio de Katainasta y en mayo del 2013 el de Auhya Yari.
Los misquitos deben a partir de ahora redoblar alertas y vigilancias a fin de que los depredadores no continúen penetrando y depredando su patrimonio económico representado por la flora, fauna y minerales tanto en el interior como en las zonas costeras. Igualmente, deben estar a la expectativa de no firmar contratos y concesiones que signifiquen en la práctica la enajenación temporal o definitiva de esos recursos, para lo cual deben contar con la adecuada asesoría legal por parte de organismos estatales especializados.
Que esta acertada iniciativa pública sirva de estímulo y aliciente para los misquitos y también para otras etnias asentadas en el departamento de Gracias a Dios (pech, sumos, tawahkas, garífunas) a fin de redoblar esfuerzos en pro de su organización, educación, nutrición, salud, vivienda y otras esencialidades básicas de la existencia.