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A los 47 años de la guerra del fútbol entre Honduras y El Salvador

Del 14 al 18 de julio de 1969 se suscitó el conflicto armado entre ambos países, conocido también como la guerra del fútbol

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14.07.2016

Tegucigalpa, Honduras
Dos naciones hermanas se confrontaron hace 47 años y aunque el conflicto armado tan solo duró cuatro días provocó la muerte entre 4,000 a 6,000 civiles y más de 15,000 heridos.

Del 14 al 18 de julio de 1969 se suscitó la guerra de las cien horas entre Honduras y El Salvador o más conocida como la guerra del fútbol bautizada así por el periodista polaco Ryszard Kapuscinski.

El corresponsal de la agencia PAP escribió hasta un libro homónimo en el que relató las incidencias de la disputa bélica que coincidió con un encuentro deportivo entre ambas selecciones nacionales con motivo de las eliminatorias mundialistas de México en 1970.

Entretanto la revista Time la denominó como la miniguerra, cuyo aniversario se celebra este jueves en ambos territorios dirigidos en aquel entonces por gobiernos militares entre los cuales predominaban tensiones y problemas migratorios.

Todo empezó cuando el reloj marcaba las 6:00 de la tarde de ese día, hora local en ambos países cuando la aviación salvadoreña bombardeó cuatro ciudades hondureñas y las tropas guanacas violentaron las fronteras catrachas.

La Fuerza Aérea de Honduras respondió al ataque agresor lanzando bombas a los más importantes centros industriales y objetivos estratégicos de esa nación, mientras que las fuerzas terrestres emprendieron acciones defensivas.

Perspectiva futbolística
En el ámbito deportivo, el primer encuentro futbolístico entre ambos equipos tuvo lugar el 8 de junio de 1969 en Tegucigalpa, donde Honduras obtuvo la victoria con un marcador de un 1-0.

El 16 de junio se jugó el otro partido, pero esta vez en el estadio Flor Blanca, de El Salvador, donde los locales ganaron por tres goles.

El tercer y último juego se registró el 27 de junio en la ciudad de México, el cual quedó 3-2 a favor de los salvadoreños, quienes consiguieron su primer pase a un Mundial de fútbol.

Consecuencias
Entre 60,000 y 130,000 de los 300,000 salvadoreños indocumentados que vivían en Honduras fueron forzados a regresar a su lugar de origen, lo cual agravó la situación de ese país, ya que su gobierno no logró satisfacer la reinserción económica de estas personas, aumentando así la presión social que derivó en la guerra civil que vivió durante la década de 1970.

'La guerra terminó en un impasse. La frontera se mantuvo intacta. Es una frontera trazada al ojo en medio de la selva, en un terreno montañoso que reclaman ambos países. Parte de los emigrantes regresaron a El Salvador, mientras que otros siguen viviendo en Honduras', destacó Kapuscinski en su obra.

El alto al fuego fue negociado por la Organización de Estados Americanos (OEA), el cual entró en vigor el 20 de julio, pero las tropas salvadoreñas se retiraron hasta principios de agosto de ese mismo año.

El 30 de octubre de 1980, las dos naciones centroamericanas firmaron el Tratado General de Paz en Lima, Perú, por lo que la disputa fronteriza se resolvería en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Holanda.