Susette Atuán Rojas siente que su 'corazón en este momento está partido en dos'. El fallo que la vuelve libre, luego dos años de prisión, deja la otra mitad de su vida tras las rejas. 'Dejo a mi hermana en la cárcel y yo salgo en libertad'.
Atuán Rojas, prima de Mario Zelaya, exdirector del Seguro Social, fue absuelta esta domingo del delito de lavado de activos en el caso Empresas Fantasmas-IHSS por la Sala II del Tribunal de Sentencia.
El Tribunal de Sentencia consideró que Rojas recibió dinero sin saber que era proveniente del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Tras conocerse el fallo, Rojas brindó declaraciones a la prensa.
'Quiero agradecer públicamente a mi abogado por haber creído en mi inocencia y por haberme sostenido los brazos estos dos años que estuve injustamente privada de libertad', expresó.
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Igualmente, agradeció 'a todas las personas que creyeron en mi inocencia y me visitaron en la cárcel'.
Sin embargo, el Tribunal de Sentencia declaró culpables a cinco personas por lavar activos con fondos provenientes del Seguro Social por el orden de 290 millones de lempiras a través de empresas de maletín. Entre ellos, se dictó sentencia condenatoria contra Michelle Rojas, hermana de Susette Rojas.
'Mi corazón en este momento está partido en dos, porque dejo a mi hermana en la cárcel y yo salgo en libertad (...) se queda la mitad de mi vida, que es mi única hermana', expresó conmovida la entrevistada.
'Aunque mi prueba tuvo un gusto amargo, hoy mi victoria, para Susette Rojas, tiene un sabor a miel', sentenció.
Además, dijo que no guarda rencor contra nadie y en su lugar 'yo bendigo a mis enemigos'. De esta manera invitó a no juzgar, porque 'con la misma vara que midas, serás medido y con una cuarta más'.
Sin embargo, cuestionó: '¿Quién me va a recompensar estos dos años lejos de mis hijas?, ¿quién me va ayudar a pagar los abogados?, me aseguraron ilegalmente mi bien inmueble y dos años después se demostró mi inocencia'.
Después de finalizar la lectura del fallo, Susette se fundió en un abrazo con su madre, Suyapa Rojas. Lo mismo hizo su hermana Michelle, quien no pudo contener las lágrimas y luego fue separada para ser llevada de vuelta a la cárcel de mujeres en Támara.
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