Tegucigalpa, Honduras
La idea de conectar a Honduras vía aérea mediante la construcción de aeródromos en las principales ciudades del país hasta el momento no deja ningún resultado.
La inexperiencia de las corporaciones municipales en el manejo de los puertos aéreos y la falta de incentivos turísticos mantienen prácticamente reducido a cero el tráfico en las diferentes terminales locales.
En la actualidad, según registros de la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC), el país tiene nueve pistas locales y comerciales habilitadas. Estas se encuentran distribuidas en ocho departamentos, en donde apenas se registran vuelos esporádicos, debido a que el flujo de viajeros es bajo.
De momento, las terminales aéreas locales que mejor movilidad tienen son la de Choluteca con unos ocho vuelos semanales y Puerto Lempira, en Gracia a Dios, ya que debido a la distancia los pobladores de la zona se ven obligados a utilizarlas.
Además existen las terminales de Río Amarillo, en Santa Rita, Copán; El Aguacate en Catacamas, Olancho; Tela en Atlántida; Celaque en Gracias, Lempira; Trujillo en Colón; Guanaja y Utila en Islas de la Bahía.
Unidad
El manejo de los aeródromos ha venido siendo responsabilidad de las alcaldías, por lo cual la Secretaría de Defensa y la AHAC, trabajan en un proyecto encaminado a crear una unidad especial para la administración de todas estas pistas, asegurando de esta manera que se cumplan con todos los estándares de calidad y seguridad para su funcionamiento.
Wilfredo Lobo, titular de la AHAC, explicó a EL HERALDO que en los aeródromos tienen técnicos en aeronáutica para dar asistencia en las operaciones y efectivos de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) que brindan seguridad, pero no tienen oficina de migración ni de aduanas y otros no están cercados en su perímetro.
Sostuvo que junto a la Secretaría de Defensa están trabajando en la creación de un departamento para la administración de aeródromos, que funcionará en la AHAC con el fin de mejorar el funcionamiento de estas pistas.
Explicó que están elaborando un acuerdo ministerial que será firmado en los próximos meses. “Lo más importante ahora es ver cómo comenzamos a operar de buena forma los aeródromos, para mantener la seguridad operacional de las líneas que lleguen”.
Precisó que a finales de año tienen previsto asumir la responsabilidad de las diferentes terminales aéreas, iniciando con las nacionales y luego las municipales.
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La mayoría de aeródromos hondureños cuentan con pistas de aterrizaje de entre 1,000 y 1,500 metros de longitud y están habilitados para aviones de 20 pasajeros, más la tripulación, es decir, tipo Let-410 o avionetas.
Sobre el particular, el director del Instituto Hondureño de Turismo (IHT), Emilio Silvestri, consideró que hace falta trabajar mucho para mejorar la operación de los aeródromos, ya que de momento solo los de Islas de la Bahía y Choluteca están teniendo un tráfico regular.
Mientras que terminales como la de Tela, Río Amarillo, Celaque y en el mismo Aguacate los viajes son poco regulares, porque hace falta más paquetes por parte de los empresarios hoteleros.
“El trabajo nuestro es crear infraestructura, construir, pero quien tiene que aprovechar estas herramientas como los aeropuertos o las carreteras es el sector privado y necesitamos más participación del sector privado en la creación de paquetes integrados con las líneas aéreas”, declaró Silvestri.
Las líneas aéreas que están volando a los diferentes aeródromos son CM Airlines, Sosa Airlines y TAG Airlines, esta última de Guatemala.
Silvestri apuntó que los aeródromos son importantes para el desarrollo de un país, ya que en Costa Rica, los aeropuertos locales permiten la movilidad del turismo interno, pero en el país hace falta crear una cultura de conectividad aérea.
En la presente administración se han invertido alrededor de 200 millones de lempiras en la construcción de aeródromos a nivel nacional, precisó el titular la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), Roberto Pineda.
“Hemos invertido unos 200 millones en la construcción de aeródromos y eso ha significado importantes avances, no solo en el turismo, sino en el intercambio comercial de cada una de las comunidades que están dentro de la zona de influencia”, apuntó.
