Tegucigalpa, Honduras
“No te quiero ver guindado de la escalera de ese tanque”, le advirtió su madre.
“¡Ay!, si no me caigo”, le contestó el inquieto joven Josué Alejandro Briceño Hernández (15) la última vez que dialogaron sobre la actividad laboral que ejercía.
Este jueves , aún de madrugada, Josué Alejandro salió de su casa, se despidió de su madre para iniciar un nuevo día de trabajo.
El menor laboraba como ayudante en una pipa distribuidora de agua potable, la cual era conducida por el compañero de hogar de una de sus tías.
A eso de las 5:45 de la mañana, cuando ya habían cargado de agua el tanque del camión, en la colonia Loarque, salieron con rumbo a la parte sur de la capital, donde distribuían el preciado líquido.
Tenían escasos cinco minutos de haber salido del plantel donde cargaban el agua cuando un bus que iba con destino a Nicaragua, presuntamente, le quitó el derecho de vía al camión cisterna.
El propietario del camión contó que “el bus impactó la parte trasera del camión, quitándole el derecho de vía, al salirse de la calle fue a chocar contra una rastra que estaba estacionada a la orilla de la carretera”.
Tras estrellarse contra la rastra, la cabina del camión se hizo hacia atrás hasta pegar contra el tanque, aprisionando al joven Josué Briceño, quien murió casi de manera instantánea.
El menor, así como sus amigos, acostumbraban a viajar atrás o entre el tanque y la cabina del camión cuando iban a vender agua.
Ayer, los otros dos ayudantes y el conductor iban en la cabina y solo Josué decidió irse en esa parte del pesado vehículo.
El joven residía junto a su madre y un hermano menor, en la colonia Las Colinas, sector de Altos de Santa Rosa, al sur de la capital.
Sus padres son originarios del municipio de Vado Ancho, en el departamento de El Paraíso, pero los hermanos nacieron y crecieron en la capital.
Tras el aparatoso accidente se formó, nuevamente, un congestionamiento vial que duró aproximadamente tres horas.