TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los abusos en el hogar tanto del hombre como de la mujer van en aumento cada año.
Las agresiones físicas, sexuales y psicológicas están presentes en miles de parejas, quienes al ver que la situación se vuelve intolerable no les queda otra opción que interponer una denuncia y seguir el proceso judicial correspondiente.
Informes proporcionados a EL HERALDO por el Juzgados de Letras en Materia de Violencia Doméstica revelan que en el 2018 un total de 10,367 personas se sometieron un proceso judicial por esta causa.
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Del total de denuncias 3,144 fueron declaradas con lugar, que representan un 30%, el resto caducaron o fueron halladas sin lugar. Asimismo, de los 10,367 casos, 9,369 fueron de mujeres en contra de sus parejas y los restantes 998 fueron hombres que se atrevieron a denunciar a mujeres supuestamente abusadoras.
| Violencia
Los problemas de violencia que más afectan a las mujeres hondureñas son la física y la que más existe entre hombres y mujeres es la psicológica, donde hay insultos, humillaciones y hasta violencia sexual en muchas ocasiones.
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Tomando como referencia los procesos judiciales entablados, al día 25 mujeres y tres hombres son víctimas de violencia doméstica, es decir 28 procesos. Para el 2017 se llevaron un total de 9,308 casos, de los cuales 8,444 eran mujeres y 864 fueron hombres.
Al comparar las cifras de ambos años se puede ver que los procesos judiciales por violencia doméstica aumentaron en 1,059 casos. Los procesos judiciales de mujeres subieron en 925 los casos en el 2018 y en 134 en hombres.
Abusos
Lorena Cálix, portavoz del Ministerio Público (MP), declaró a EL HERALDO que esta dependencia del Estado tiene unidades especiales para atender los casos de violencia doméstica. En primera instancia es la Fiscalía Especial de la Mujer, pero también está el Módulo de Atención Integral Especializado (MAIE). En ambas instancias se recepcionan denuncias por violencia doméstica, pero cuando llegan al MAIE de inmediato se incorpora un fiscal, se les ayuda con trabajadores sociales, psicólogos, médicos forenses y policías, dependiendo de la gravedad de la denuncia.
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Para Regina Fonseca, coordinadora de incidencia política del Centro de Derechos de la Mujer (CDM), la mayoría de las denuncias terminan archivadas, sin que se aplique justicia El problema en el país es que no se aplica la Ley de Violencia Doméstica, que debe ir acompañada de otras políticas públicas, como la educación. Se tiene que tener una educación de género, demandó Fonseca, donde se fomente el respeto a las diferencias entre los hombres y las mujeres, porque ninguno es menos en relación al otro.
