TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Su ritual antes de darse el “¡Sí acepto!” fue pedalear 20 kilómetros en bicicleta. Ella cambió el delicado vestido blanco, lleno de encaje y brillos, que casi toda mujer sueña para uno de los días más importantes de su vida.
Él también dejó el elegante traje de saco y corbata, quizá para otra ocasión, porque en su boda lucieron la indumentaria tradicional del deporte que los unió y que más les apasiona: el ciclismo.
La novia lucía una corona de rosas en su cabeza, un pequeño bouquet y una falda de tul por encima de su traje de ciclista. Su tarjeta fue una más de las convocatorias para ir a dar un rol en “bici”.
La mayoría de sus amigos y familiares también hicieron los 20 kilómetros en dos ruedas para luego estar en la ceremonia cristiana en un lugar rodeado de naturaleza en Valle de Ángeles, Francisco Morazán, Honduras.
Estos apasionados por las bicicletas son Vanessa Mejía (33) y Conrado Padilla (42), una pareja fuera de serie que hace todo a su manera.
Los invitados, con sus ropas relajadas y en un ambiente al aire libre, presenciaron el juramento de amor de la pareja, cuya relación comenzó hace un año cuando ella iba sola en su bicicleta hacia Santa Lucía y él se ofreció a acompañarla. “Allí comenzó todo”, dice Vanessa, quien lleva dos años de practicar ciclismo y su esposo 15 años.
Después de la boda y contrario a lo que todos esperaban, que era verlos disfrutando de unas relajadas vacaciones en algún lugar paradisíaco de playa, los intrépidos esposos decidieron que su luna de miel sería hacer el reto Guaymuras 506, que consiste en cruzar Honduras a través de las montañas durante cinco días. Son 506 kilómetros en seis departamentos, más de 100 kilómetros por día.
Todo un desafío que concluyó ayer 18 de mayo en Tegucigalpa. Vanessa y Conrado comentaron que la decisión de casarse como lo hicieron fue para no incurrir en el gasto de una boda ostentosa y que sus invitados tampoco lo hicieran.
Se sirvió comida típica hondureña como nacatamales y café. “Fue bastante bonito. Aquí en Honduras es la primera boda que se hace así”, dijo Vanessa.
En su casa tienen más de 50 reconocimientos, entre medallas y trofeos, en diferentes competencias, incluyendo la Vuelta Ciclística de EL HERALDO. Además, ambos son profesionales: Vanessa es gerente del club del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y Conrado tiene su propio negocio.
“Es mi complemento perfecto. Es como cuando uno tiene muchos problemas y encuentra como un refrigerio, él es así para mí. Es mi campeón, soy su fan número uno”, expresó ella. De la misma forma, él solo tiene expresiones hermosas para su compañera de ruta y de vida.
“Es una mujer muy capaz, muy decidida e inteligente. Es una mujer maravillosa, una campeona”, dijo. Ambos prometen seguir en esta carrera de amor juntos, hasta que sus piernas no den para más.